Las compras de pánico y los quiebres de stock observados durante las primeras semanas de la pandemia, si bien fueron efímeros, cambiaron los hábitos de compra en bodegas, panaderías y mini-markets en Lima.
Así lo evidencia un estudio de Mercania, que pudo monitorear en tiempo real la acción y el comportamiento del canal tradicional prepandemia y pospandemia y determinar cuáles han sido los principales cambios en el consumidor.
“De acuerdo con nuestra información pudimos ver cómo el mercado reaccionó y también la forma en que, a medida que el pánico menguaba, las ventas empezaron a nivelarse”, explica Andrés Sánchez, fundador y CEO de Mercania.
Sánchez comenta que, como consecuencia de las compras impulsivas el mix de productos se redujo. “Como la gente se desesperó, empezó a comprar más volumen pero de menos productos”, señala. Sobre lo último, el público focalizó sus compra en artículos de primera necesidad.
Este fenómeno al pasar del B2C (compra de los clientes finales en punto de venta) al B2B (abastecimiento de bodegas y tiendas a través de compras a productores), ocasionó severos quiebres de stock.
Según la data de Mercania, las fábricas no se dieron abasto y no pudieron atender hasta el 81% de los productos que el canal tradicional (bodegas, mini-markets y panaderías) demandaba.
Ticket al alza
Este cambio abrupto también se evidenció en el ticket promedio de compra semanal el cual, durante las primeras semanas de la pandemia, llegó a colocarse hasta un 122% por encima del registrado el 2019.
“El incremento fue sostenido y claramente ascendente”, indica Sánchez sobre el ticket de compra, que, tas alcanzar su pico, se ha estabilizado en un 38% por encima del observado el año pasado.
“Antes de la pandemia, el consumidor habitual realizaba sus compras para el mismo día. Ahora eso cambió, pues realizan sus compras en bodegas una sola vez pensando en la semana o en dos momentos con el mismo objetivo”, indica el CEO de Mercania.
De otro lado, Sánchez señala que aún persiste una preferencia de los consumidores a comprar en bodegas y mini-markets y no en mercados de abastos pues buscan evitar aglomeraciones de personas y posibles contagios de coronavirus.
Además, los consumidores ahora compran más productos saludables (lácteos como yogur, verduras y frutas) y menos “comida chatarra”.
Digitalización
Mercania ofrece a las mipymes un servicio digital que vincula y facilita las transacciones comerciales entre productoras y distribuidoras. Las bodegas, panaderías y mini-markets que participaron en el estudio usaron este sistema.
Sánchez comenta que los puntos de venta del canal tradicional tuvo una clara aceptación en el uso del aplicativo móvil para realizar sus pedidos a las empresas productoras.
Una empresa productora, en promedio, tiene un catálogo de 1,500 productos y 150 promociones que, de manera presencial, no permite a las bodegas abastecerse de manera eficiente a partir de esta información.
El aplicativo digital de Mercania facilita esta selección a los puntos de venta cuyos trabajadores, indica Sánchez, tienen una significativa presencia de millennial, lo que hizo más sencillo el proceso de adopción de tecnología.