(Bloomberg).- La agitación en torno a la Ley de Cuidado de Salud Asequible de Estados Unidos ha suscitado inquietud entre las aseguradoras de salud. La industria está apostando a que un programa gubernamental diferente aliviará sus males.

Las grandes aseguradoras se han retirado del mercado individual de Obamacare, donde la lucha por el futuro de la ley de salud ha contribuido a pérdidas financieras. Se centran en cambio en Medicare Advantage, un programa políticamente popular que está siendo adoptado por una creciente población de estadounidenses mayores.

El mercado está dominado por dos grandes actores: el número 1, UnitedHealth Group Inc., ha visto el número de personas inscriptas en sus planes Medicare Advantage aumentar en un 23% en el último año a 4.8 millones, en tanto el número 2, Humana, se ha mantenido estable en 3.3 millones.

Tanto Obamacare como Medicare Advantage brindan a los consumidores asistencia para comprar un plan de salud de su elección. Pero bajo Medicare Advantage, el Gobierno asume gran parte del coste, asegurando un flujo de ingresos constante para las aseguradoras. Las primas del plan, que son en gran parte pagadas por el Gobierno, están a un promedio de casi US$ 1,000 al mes.

Obamacare ha sido una propuesta mucho más contradictoria. La ley relativamente reciente ha representado un dolor de cabeza político interminable, pues los republicanos han jurado arrancarla de raíz y el presidente Donald Trump hizo de su derogación una pieza central de su campaña presidencial.

Esa oposición a la ley culminó este mes con el fracasado intento republicano de revocación, pero la Administración todavía tiene opciones para sabotear la ley y ha amenazado con hacerlo.

Envejecimiento de los estadounidensesMedicare Advantage es la versión privada del programa de Medicare del Gobierno de EE.UU. para ancianos. El plan también está abierto a algunas personas con discapacidad.

A medida que la población de EE.UU. envejece, más jubilados están optando por tales planes en lugar del Medicare tradicional. Cerca de un tercio de los beneficiarios de Medicare, o aproximadamente 20 millones de personas, estaban cubiertos por planes privados en junio, según los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid.

Eso hace de Medicare Advantage una de las pocas áreas en expansión en un sector de otro modo estancado. Y su popularidad podría aislarlo del capricho de Washington: las personas de la tercera edad son un poderoso bloque electoral, por lo que los cambios políticos que amenazan los márgenes son menos probables que en empresas como Obamacare.

"Se trata tanto de los fundamentos como de las políticas", dijo Ana Gupte, analista de Leerink Partners. "Hay apoyo bipartidista, pero básicamente también es un mercado grande, creciente y rentable".

Los afiliados de Medicare Advantage son el tipo de clientes preferidos de los aseguradores –tienden a permanecer largo tiempo afiliados--. Una vez que seleccionan un plan, siguen en él durante años. Los usuarios de Obamacare, por el contrario, salen del mercado y vuelven a entrar con frecuencia, y tienden a comprar cada año por el precio más bajo.

Una encuesta de UBS encontró que el 12% de los afiliados de Medicare cambiaron de plan en 2017, en comparación con el 39% en los planes de la Ley de Cuidado de Salud Asequible.