Bloomberg.- El arreglo por US$ 4,300 millones al que llegó con las autoridades de Estados Unidos elimina un obstáculo importante que permitiría que la automotriz se recupere del escándalo de fraude en las emisiones de sus vehículos diésel y se concentre en orientar su estrategia a una era futura de robotaxis eléctricos.

El acuerdo alcanzado el miércoles lleva el costo del escándalo a unos 20,500 millones de euros (US$ 21,900 millones), una carga que no tienen sus rivales en momentos en que el sector automotor hace frente a un cambio tecnológico generalizado y modificaciones debido a alternativas con respecto a la propiedad de los autos como los servicios de viajes compartidos como Uber Technologies Inc.

Hay más trabajo de depuración por hacer, dado que aún enfrenta cientos de juicios de inversores y una investigación penal en Alemania.

Uno de los principales desafíos de es reconstruir un negocio en dificultades en Estados Unidos. Los despachos de las 12 marcas del grupo cayeron 2.6% en ese país el año pasado, arrastrados por el nombre VW, en contraste con un mercado en crecimiento.

La automotriz no planea retomar a la brevedad la venta de modelos diésel en Estados Unidos, Herbert Diess, presidente de la marca, dijo esta semana en el Salón del Automóvil de Detroit, donde estaba promocionando una furgoneta a batería que recordaba al clásico Microbús de la compañía.

La estrategia de reactivación de las ventas en Estados Unidos incluye sumar vehículos utilitarios deportivos, el segmento automotor de más rápido crecimiento en el país, a la línea limitada de modelos de .

En el Salón Internacional del Automóvil de América del Norte en Detroit, VW está presentando una nueva versión, con mayor distancia entre ejes, de su Tiguan y el Atlas de siete asientos. Ambos vehículos saldrán a la venta este año, y otros dos SUV serán lanzados en el 2019.

Volkswagen "seguirá impulsando cambios a nuestra manera de pensar y trabajar", dijo Matthias Müller, máximo responsable de la firma, el miércoles en un comunicado en el que expresó que la compañía "lamenta profundamente el comportamiento que dio origen a la crisis del diésel".

Auto eléctricoMüller quiere que Volkswagen venda tres millones de vehículos eléctricos por año, lo que representaría un 25% de sus ventas. VW también se está expandiendo a servicios como la nueva marca Moia para enfrentar a Uber y a otros nuevos actores como Waymo de Alphabet Inc.

En vista de las perspectivas de recuperación, la acción frenó su caída desde que estalló el escándalo en 7.7%.

El fabricante alemán, con sede en Wolfsburgo, tiene los recursos necesarios para absorber el golpe más reciente. La liquidez neta de la división automotriz de fue de 31,100 millones de euros a fines de setiembre y la empresa tiene un préstamo puente de 20,000 millones de euros hasta mediados del 2017.

delineó un plan en junio para invertir más de 10,000 millones de euros en nueva tecnología, que comprende vehículos eléctricos y autónomos así como sistemas de transporte compartido.

Aun con el impacto del escándalo, el fabricante germano casi con certeza superó a Toyota Motor Corp. como la compañía automotriz más grande del mundo en el 2016, con un aumento de 3.8% en las entregas mundiales, que ascendieron a una cifra récord de 10.3 millones de vehículos.

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