Es casi seguro que el anuncio de mañana de Apple confirmaría un nuevo competidor en el terreno del streaming. (Foto: AFP)
Es casi seguro que el anuncio de mañana de Apple confirmaría un nuevo competidor en el terreno del streaming. (Foto: AFP)

Las alarmas financieras del mundo se encendieron hace un mes cuando Samik Chatterjee, analista de JP Morgan, deslizó la idea de que Apple podría comprar Netflix.

Un mes más tarde, naturalmente, nunca ocurrió. ¿Pero por qué? La compañía de Cupertino tiene alrededor de US$ 285,000 millones listos para gastar, según Forbes. La compra no debería superar los US$ 200,000 millones.

Antes de detallar la nueva aventura de Apple, es importante observar la situación del líder del sector: Netflix.

Pese a que luce atractivo, comprar Netflix puede que no sea la mejor de las ideas. Si bien la empresa liderada por Reed Hastings ha visto disparar el precio de sus acciones, ya es conocida su millonaria deuda.

El año pasado, Netflix se las ingenió para invertir US$ 5,360 millones en contenido propio en solo seis meses, según Forbes. Estamos hablando de niveles de Disney, con Star Wars, Pixar, El Rey León y Avengers incluidos en el paquete.

Esta inversión agresiva les ha permitido cosechar 140 millones de suscriptores. El problema es que mientras Netflix gasta más en contenido, es más difícil conseguir nuevos usuarios que, a su vez, deben pagar la deuda contraída para capturarlos.

Hacia octubre pasado, la compañía gastaba US$ 170 por cada nuevo usuario, mientras en 2016 eran solo US$ 65.

Para que el modelo de Hastings siga funcionando debe apuntar fuera de EE.UU. Según Stephen McBride, editor del RiskHedge Report, Netflix necesita 30 millones de nuevos usuarios en 2019, y el techo del mercado local es de solo 13 millones de hogares que aún no contratan streaming.

El contenido

El 25 de marzo es la fecha elegida para el próximo evento de Apple, en donde, según Bloomberg, presentará su propio servicio de streaming.

De hecho, según The Verge la compañía habría invertido más de US$ 1,000 millones en desarrollar nuevo contenido, con una lista que incluye nombres como Damien Chazelle, Steve Carell, Reese Whiterspoon y Jennifer Aniston.

Históricamente, Apple ha estado relacionada al mundo del entretenimiento, e incluso tiene un caso de éxito. Steve Jobs fue la mente detrás de Pixar, que se convirtió en un hit multimillonario con cintas de gran calidad.

Por su parte, Tim Cook ya probó el agua de la piscina audiovisual del siglo XXI. Con iniciativas como Planet of the Apps y Carpool Karaoke en 2017, ha mostrado su interés en la producción de contenido propio.

El futuro

La respuesta luce bastante simple ahora. Apple no va a comprar Netflix por dos grandes motivos: uno, no es un negocio seguro; dos, va a sacar su propio 'Netflix'.

¿Qué le depara a la industria, entonces? Disney ha anunciado su propio servicio de streaming, incluso ya comenzó a retirar contenido de la competencia. Además, es dueño de Hulu, otro grande del sector.

Por otro lado, Amazon ha invertido US$ 1,000 millones en la producción de una sola serie, la de El Señor de los Anillos.

Para Lance Ulanoff, de Medium Business, la situación es bastante similar a la del cine, per se, hace cien años.

Entonces existían muchos estudios pequeños que producían contenido como locos. Recién en los años 30 (en parte gracias a la Gran Depresión), se establecieron los "grandes" del mercado, como Warner Brothers, MGM, RKO, Paramount y otros.

Una rápida lectura del escenario muestra al nuevo servicio de Apple, Amazon Prime Video y Dinsey/Hulu con grandes empresas detrás, como soporte. Netflix carece de esta ventaja.

¿Será Netflix la gran perdedora de esta batalla? Esperemos unos años.

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