Redacción Gestión

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La renta es un movimiento usual en nuestra vida cotidiana. Así, se alquilan hogares, automóviles, películas, bicicletas, incluso el amor, pero no es común en la industria tecnológica, salvo en dos casos muy puntuales: el alquiler de servicios en línea y la renta de equipos para eventos especiales, como fiestas y conferencias.

No obstante, la agencia de noticias Don Web ha encontrado que este tipo de negocios se comienza a abrir paso en la industria tecnológica.

Es el caso de Lumoid, una estadounidense que según cuenta en su sitio web oficial, se desenvuelve bajo tres instancias: alquilar, probar y comprar.

De acuerdo a la explicación que ofrece Don Web sobre el sistema, Lumoid permite a los usuarios probar un dispositivo antes de comprarlo. De esta manera, se disminuyen expectativas respecto al equipo y así se evitan decepciones.

Por ejemplo, la empresa ofrece probar el , que se vende desde US$ 349, en su modelo más básico, hasta US$ 10,000, en su versión más lujosa, pagando un alquiler semanal de US$ 45. El valor asciende a US$ 55 si se escoge el modelo deportivo. Si la experiencia es satisfactoria y el usuario desea comprar el reloj inteligente, le serán reconocidos US$ 30 y US$ 35, respectivamente, del valor final del wearable.

Usuario versus dueñoOtra startup establecido ha establecido otro novedoso sistema. Wikirenting, que es su nombre, es un espacio que pone en contacto a aquel que desea alquilar uno de sus bienes con aquellos que los necesitan, y que se colocan en la ventajosa posición de probarlos y solo comprarlos si cumplen con sus expectativas.

En Wikirenting se pueden encontrar equipos grandes como videojuegos, tablets y computadoras, y también dispositivos personales, como ebook, teléfonos inteligentes e incluso softwares.

Sin embargo, Don Web anota que esta sección es la menos prolífica en el sitio electrónico, pues solo tiene una oferta de ebooks y tablets. El lector electrónico Wolder Mibuk se ofrece por 1 euro al día, aunque el precio se rebaja al rentarlo por semana o mensualmente.

¿Los fabricantes ganarían?Don Web anota que el mecanismo de renta tecnológica resulta provechoso para el usuario final, pero se pregunta si es beneficioso o perjudicial para los fabricantes, fundamentalmente porque no son estas compañías las que alquilan sus productos.

Siendo el gadget un bien delicado, el proceso de alquiler supone algunos riesgos para el fabricante. La buena salud del producto, el embrollo de cobrar las garantías en caso de roturas, pero sobre todo la exposición de eventuales defectos innatos.