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El impacto de la paralización en la economía afectará a algunos sectores más que a otros. Sin embargo, en muchos el efecto es en cadena. Un ejemplo es lo que ocurre en el sector de oficinas, sobre todo en el segmento clase A.
Un último reporte de la consultora Binswanger revela que alrededor del 40% de las empresas que buscaban arrendar metros cuadrados de oficinas han decidido poner en stand by sus planes hasta los próximos meses, mientras que un 30% lo ha dejado sin efecto de manera definitiva.
“Otro 30% sí continúa y está avanzando en el proceso contractual. Son empresas relacionadas a algún tipo de proyecto del Estado, como consultoría, o cuando ya existe un compromiso de entrega o que se deberían mudar por diversos motivos como mudanzas programadas”, refiere Franco Vinatea, gerente general de Binswanger.
Pero si bien en este caso hablamos de nuevos contratos, también se percibe una nueva tendencia que se presentará en el mercado. “Se van a dejar espacios, anticipamos un porcentaje de empresas con contratos en curso que tienen cláusulas que contemplan contracción de espacios y les posibilite devolver un porcentaje de área arrendada”, comentó Vinatea.
Situación en números
Según Binswanger, al llegar el Covid-19 al país lo tomó al mercado de oficinas con cifras alentadoras, como tarifas en prospecto al alza, la tasa más baja de vacancia desde 2014 y también nuevas entregas de metros cuadrados.
“Lo que en estos momentos vemos es que las nuevas entregas disminuirán, pasando de 59,200 m2 a 23,500 m2 que eran proyectos que se iban a entregar hasta fines de año; las obras están paralizadas por ahora pero siguen en marcha, porque hay un financiamiento que los respalda, solo se atrasa la fecha de entrega”, refirió el ejecutivo.
Así, existen dos proyectos que tenían fecha de entrega inicial para el cuatro trimestre de este año, y que se entregarán en el primer trimestre del 2021. “Lo bueno es que hace años no tenemos un stock amplio por entregar, ahora recibimos el 20% a 30% de la oferta anticipada”, comentó.
Lo que empujó los mejores resultados que tuvimos al recibir el Covid-19 fue que enero y febrero fueron meses bastante activos en cuanto a entregas.
En cuanto a demanda efectiva, Vinatea comentó que si bien no pueden precisar en cuanto se reducirá, sí han analizado algunos escenarios posibles. Si lo proyectado era 120,000 m2, la cifra podría reducirse a 80,000 m2 o menos, nos enfrentamos a tasas de vacancia que podrían ser de 11.36% o hasta 15.34%, dijo.
“Las expansiones y ampliaciones se detendrán y esto impactará de forma negativa en la demanda, y por ende las tarifas tenderán a la baja en el corto plazo para estabilizarse luego en el mediano y largo plazo”, explicó Vinatea.
El dilema del coworking
¿Y qué pasará con los formatos coworking? Estos han tenido un desarrollo acelerado debido a la propuesta que planteaban: espacios compartidos y precio de alquiler menor al de una oficina convencional.
Sin embargo estos espacios tienden a ser más pequeños. En esta coyuntura en la que se establece el distanciamiento social ¿qué ocurrirá? Para Franco Vinatea, en el corto plazo tendrá un impacto importante dado que su propuesta de valor es la flexibilidad, y el 20% de la cartera, aproximadamente, son membresías de 20 colaboradores por empresa.
“Hay muchas personas poniendo en práctica el home office y, en tiempos difíciles, se puede optar por desactivar muchas de esas membresías y manejar desde casa la operación, durante un periodo de tiempo de recuperación”, precisó.
En cuanto a nuevas entregas de metros cuadrados se entregarían las que ya están planificadas, pero Vinatea no cree que se generen nuevos alquileres este año. “Vemos una oportunidad post covid, porque en el contexto global se va a necesitar esa flexibilidad en el futuro”, agregó.