Redacción Gestión

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Toulouse, Francia (Reuters).- El fabricante europeo de aviones Airbus inauguró una fábrica donde producirá su avión de pasajeros A350, abriendo una nueva fase con su rival Boeing en la carrera por aumentar la eficiencia en el uso de combustible y por impulsar las ganancias.

El primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, debió luchar contra la niebla y una huelga de controladores de tráfico aéreo para volar a Toulouse, en el sureste de Francia. La nueva planta lleva el nombre del "Padre de Airbus", Roger Béteille, un pionero en la fabricación aviones de pasajeros de dos motores de larga distancia.

Construido como respuesta al Boeing 787 Dreamliner, el A350 es la primer contribución de Europa a una nueva generación de aviones diseñados para recortar el gasto de las aerolíneas en combustible, usando principalmente materiales livianos de compuestos de carbono en vez de el aluminio, que es más pesado.

Airbus y Boeing esperan una demanda en total de más de 6,000 aviones de tamaño mediano y larga distancia de este tipo en los próximos 20 años. La irrupción de estos modelos llevará al uso de nuevas rutas que evitarán centros de conexión atiborrados de tráfico.

Ambas firmas enfrentan enormes desafíos en la construcción de estos aviones revolucionarios, hilvanados y cocidos de fibra de carbono, que es más fuerte y más liviana que el metal pero más costosa en la producción. El A350 y el 787 no generarían ganancias en varios años.

Airbus dice que el A350 comenzará a volar en el verano boreal de 2013 y entrará en servicio en el segundo semestre de 2014, un año después que lo que se planeó originalmente. Tres modelos diferentes del avión tendrán capacidad para entre 270 y 350 personas.

Su competencia, el 787, entró en servicio en Japón hace un año luego de que complicaciones con un sistema de producción sin precedentes y su cadena de suministro demoraran por tres años sus primeras entregas.

Incluso antes de la inauguración del martes, la planta de Toulouse de 74,000 metros cuadrados ha estado construyendo el primer A350, que nunca volará sino que será despedazado en pruebas de certificación.

La producción propiamente dicha comenzará ahora, previo al primer vuelo el año próximo, y aumentará a 10 aviones por mes para fines de 2018.

La inauguración formal de la fábrica se produce en momentos en que se intensifica la competencia por la venta de aviones a Asia y otros mercados en rápido crecimiento.

El modelo más grande, el A350-1000, también competirá contra el 777 de Boeing, que ostenta los motores a reactor más grandes del mundo y domina un redituable mercado de casi 400 asientos.

Boeing elevó la producción del 777 de un día para el otro tras ventas sin precedentes y analistas dicen que la compañía está preparada para lanzar un avión más alargado de gran tamaño, que se llamará 787-10.

Boeing publicará el miércoles sus resultados financieros del tercer trimestre.

Airbus también está involucrada en disputas con Estados Unidos e incluso con uno de sus países fundadores, Alemania, sobre el financiamiento del A350, cuyo desarrollo se estima en 15,000 millones de dólares.

Estados Unidos acusó a Europa de ignorar dictámenes recientes de la Organización Mundial del Comercio al dar subsidios para la Airbus a través de la figura de préstamos para el desarrollo, mientras que Alemania ha retenido parte de su contribución en los préstamos en una disputa con Airbus sobre empleos.