Santiago (Reuters).- Las acciones de alcanzaron hoy un máximo de un año y medio, en momentos en que la compañía avanza en el proceso para la entrada a su propiedad de la asiática y ultima detalles de una millonaria colocación de bonos en Estados Unidos.

Los títulos de Latam, el mayor grupo de transporte aéreo de América Latina, subían un 0.53%, a 6,020 pesos, en la Bolsa de Santiago, su nivel más alto desde mayo del año pasado.

Tal nivel representa además un alza del 61% en lo que va del año, lo que se compara con la ganancia del 14% del índice líder de la plaza.

La firma, creada tras la fusión de la chilena LAN y la brasileña TAM y que ha sufrido millonarias pérdidas en los últimos años por la recesión en Brasil, inscribió recientemente nuevas acciones ante el regulador de valores chileno como parte del aumento de capital de US$ 613 millones que permitirá el ingreso de Qatar Airways a su propiedad.

Desde el anuncio en julio, las acciones de Latam han escalado un 32%, una tendencia que según analistas se mantendría aunque de forma más moderada, para acercarse a los 10 dólares por papel (6,678 pesos) que pagará la asiática.

"Veo que hay un poco más de espacio para que siga subiendo", aseguró el analista Tomás Sanhueza, de Credicorp Capital.

Mientras avanza el proceso de aumento de capital, Latam finaliza en Nueva York presentaciones a inversionistas previas a una colocación de bonos esta semana por unos US$ 500 millones, que servirá para reducir sus costos de financiamiento.

"Emitir sabiendo que tendrán un ingreso de US$ 600 millones en caja (por el aumento de capital) tiene un impacto en 'spread' importante", dijo Andrés Galarce, analista de la correduría EuroAmerica.

De hecho, antes del anuncio de la entrada de Qatar los bonos más transados de Latam operaban a una tasa cercana al 10%, frente a un rendimiento actual del 6%.

"El acuerdo le permitió quitar ruido del balance y poder ir al mercado a buscar deuda a un costo mucho menor", afirmó Sanhueza.

Según agentes del mercado, la nueva colocación de bonos podría alcanzar una tasa incluso menor a la actual, ante expectativas de que lo peor para la economía de Brasil ya pasó.