El 2021 es un año retador para las empresas peruanas. Si bien se espera un rebote de la economía, la cuarentena y el repunte de la pandemia incrementan la incertidumbre. Sin embargo, las compañías que operan en el país tienen planes para asegurar una reactivación sostenible.
Centrum PUCP y Avanza Sostenible realizaron un estudio denominado “Proyecciones para una reactivación empresarial sostenible en el 2021”, el cual reveló que en medio de la pandemia, con un débil sistema de salud, las empresas enfocarán sus esfuerzos en la salud y seguridad ocupacional de sus trabajadores y en fortalecer el teletrabajo.
Este resultado diferencia a las empresas peruanas de las de otros países como Colombia, Ecuador y Chile, donde también se realizó el mismo estudio. En general, en la región la primera prioridad es la flexibilidad laboral-teletrabajo, seguido del diálogo y relacionamiento comunitario y en tercer lugar recién aparece el tema de salud y seguridad de los trabajadores.
“En el Perú el primer enfoque es del salud y seguridad ocupacional que cobra sentido cuando en el país tenemos una situación de salud precaria y las empresas tienen que poner y hacer más en este aspecto, tanto por la protección de sus propios trabajadores como de las comunidades con las que operan”, explicó la directora de Avanza Sostenible, Cecilia Rizo Patrón.
En el caso del teletrabajo, que es la segunda prioridad en el tema social, Rizo Patrón afirmó que marca un desafío porque muy pocas empresas tenían desarrollados programas de este tipo previos a la pandemia y que se han visto obligados a tenerlos con la nueva realidad.
Plano económico
Otro de los aspectos medidos en el estudio fue la agenda económica de las empresas. En el Perú un 67% de los participantes señaló que el foco estará puesto en la ética, transparencia y cumplimiento, seguido de la anticorrupción y la calidad y nivel de servicio.
Rizo Patrón llamó la atención de que la prioridad más baja es la de fomento a pequeños proveedores o de pymes. “La pandemia ha tenido un impacto económico bastante grande, sobre todo en el empleo y el desarrollo de pequeños proveedores desde el sector empresarial podría contribuir no solo a generar empleo digno sino también a una lucha contra la informalidad que subiría a 80%”, añadió.
- Comunicación. El 85% de empresas peruanas asegura que usará principalmente las redes sociales para comunicar sus planes de sostenibilidad.
- Ambiente. Un 53% de compañías afirmó que su prioridad en temas ambientales será la gestión de residuos sólidos durante el 2021, seguido de la economía circular.
- Trabajo. En la dimensión social, la última prioridad de las empresas es el fomento al empleo local y la atracción, retención y desarrollo de talentos.
Visión sobre la educación
El estudio también midió los objetivos de desarrollo sostenible de las empresas en el largo plazo, con miras al 2030. El primer lugar lo obtuvo el que tiene que ver con el trabajo decente y crecimiento económico.
Pero en segundo lugar destaca que las empresas buscan promover una educación de calidad. “Esto es importante, porque según la prueba Pisa el Perú está entre los últimos lugares y existe una gran brecha digital en los lugares más alejados. No solo es una preocupación sino que el sector privado se quiere enfocar en la educación”, destacó la directora de Avanza Sostenible, Cecilia Rizo Patrón.
Reactivando el Perú empresarial sostenible
Percy Marquina, Director General Centrum PUCP
Cuando la pandemia llegó, nuestro ADN empresarial se vio afectado, cambiando percepciones y prioridades de los negocios para sobre-
vivir y readaptarse a una serie de cambios que pocos creían necesarios. Sin embargo, en la espera de la llegada de las vacunas y el reinicio total de las actividades, es hora de responder: ¿Cómo ha cambiado la percepción del Perú empresarial en sostenibilidad?
Avanza Sostenible y Centrum PUCP presentan un estudio encuestando a 243 ejecutivos representantes de empresas en Sudamérica, donde el 76% de las empresas reconoce la sostenibilidad como una prioridad alta tras la crisis sanitaria que afrontamos, lo que implicaría que un 75% de ellas mantenga o amplíe su presupuesto en dicho rubro. A diferencia de Latinoamérica, donde el aspecto económico es el más relevante en la agenda, para el Perú, el aspecto social con enfoque en seguridad ocupacional y flexibilidad laboral son las grandes lecciones aprendidas durante la crisis sanitaria. A pesar de que hemos aprendido que debemos priorizar el trabajo decente, la salud, la producción y consumo responsable, el gran perdedor es el ecosistema terrestre y marino, relegado en la prioridad empresarial. A pesar de los desafíos, el 2021 se perfila como un año de reactivación sostenible, pero requiere de la confianza de todos.