La segunda ola de contagios de COVID y las consiguientes medidas restrictivas decretadas por el Estado, aunque focalizadas, afectan el cumplimiento de las obligaciones de las empresas.
El confinamiento y la limitación de la actividad en varios sectores generan un riesgo de ruptura en la cadena de pagos que preocupa a los pequeños empresarios, dijo a Gestión el presidente del gremio de la pequeña empresa de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Jorge Ochoa.
De hecho, las empresas ya afrontan problemas en el ciclo de pagos de sus obligaciones con el sistema financiero y lo mismo se observa en sus contratos con proveedores, añadió.
-Plazo promedio-
Así, el plazo promedio de pago de facturas aumentó de 67 a 74 días en lo que va del año respecto a similar lapso del 2020, impulsado por un incremento en el número de facturas con el compromiso de pago a 120 días, afirmó Percy Augustin, presidente de la Asociación Peruana de Factoring (Apefac).
Además, las empresas antes pagaban las facturas por montos pequeños en 30 días, pero ahora están solicitando plazos de hasta 60 días, dijo.
Pese a que esta cuarentena no es a nivel nacional, como fue el año pasado, advirtió que llevará a más empresas a ampliar sus pagos hasta 120 días, más aún ante la probabilidad de que el confinamiento se amplíe y de que sus ventas se reduzcan más.
El impacto podría acentuarse dentro de un mes, conforme la menor actividad económica y restricciones de operación y aforo limiten las ventas de los negocios y no les permitan seguir pagando en plazos acordados, según Rafael Zorrilla, gerente general de Perú Factoring.
-Protección-
Dejar de comercializar 15 días dificulta que los flujos de caja de las empresas calcen con sus obligaciones de pago, enfatizó Ochoa.
Una parte de las deudas de las empresas con la banca está garantizada por los programas del Estado, por lo que incumplir su pago no perjudica a la entidad financiera, sino solo a la mype como sujeto de crédito, expresó.
En cambio, el compromiso de pago con el proveedor no tiene esa protección y extender el periodo de cancelación de su factura sí lo afecta, acotó.
Los especialistas coincidieron en mencionar que los sectores más afectados y que están ampliando sus plazos de pago son los de retail, tiendas de centros comerciales y emporios, turismo y negocios informales.
La reprogramación de pagos con proveedores podría verse en mayor medida si se amplía el confinamiento, refirió Zorrilla.
Según Ochoa, las mypes podrán “ponerse de pie” y vender a niveles prepandemia recién a mediados del 2022.
-Factoring-
Dentro de este escenario, algo positivo que rescatan los entrevistados es que se impulsarían las operaciones de factoring, mediante las cuales se adelanta el pago de la factura al proveedor, usualmente mypes, para proveerle de liquidez inmediata.
“Las empresas se encuentran sobreendeudadas con los programas del Estado como Reactiva Perú y Fae-Mype, por lo cual buscarían financiamiento en otras fuentes, como las empresas de factoring”, manifestó Zorrilla.
Por su parte, Augustín aseveró que no se restringirá este financiamiento a las empresas que quieran adelantar el cobro de su factura a través de factoring.
-Cuidadosas-
Pero las compañías de factoring serán muy cuidadosos con las empresas que deben pagar la factura, pues la menor actividad económica eleva el riesgo de impago, dijo.
Advirtió que algunas empresas muy riesgosas, para cubrir sus obligaciones con proveedores, están tomando crédito de instituciones no autorizadas por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), cuya tasa de interés es elevada y con métodos de cobranza poco seguros.