Al emprender, siempre habrá incertidumbre sobre el futuro del nuevo proyecto. Nadie puede garantizar el éxito o el fracaso del mismo, pero hay factores comunes en aquellos negocios que prosperan y en aquellos que no lo consiguen, sostiene Oscar Luna, docente de la Escuela de Gestión y Negocios de Cibertec.
Durante la pandemia, cientos de miles de peruanos perdieron el empleo y, obligados a reinventarse, han emprendido sus propios negocios en los rubros más demandados en la nueva normalidad.
Sin embargo, el docente de Cibertec señala que las estadísticas apuntan a que solo una mínima parte de los flamantes negocios superaría la barrera del primer año de vida. Esta aseveración se condice los reportes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), según los cuales al día nacen unas 850 empresas, pero desaparecen 469.
Desde el punto de vista de Luna, el éxito o el fracaso a una empresa podría depender de estos tres factores:
La planificación: el especialista en la formación de nuevos negocios considera que un error frecuente es dejar un emprendimiento en piloto automático, cuando resulta indispensable establecer metas y plazos para el cumplimiento de objetivos. Para él, este es el factor fundamental, pues si una empresa no planifica, no sabrá si está ofreciendo el producto adecuado, con las características deseadas, ni tendrá objetivos claros. “De esta manera, el negocio no verá la luz ni en tres ni en 10 años”, expresó.
Organización: es vital distribuir las funciones y tareas. Cuando un negocio recién empieza, se comete el error de considerar que por ser pequeño, el propietario puede o debe hacerse cargo de todo, lo que resta productividad al negocio y calidad al servicio.
“En un restaurante, por ejemplo, si una sola persona cocina, lava platos y atiende a los clientes, va a ser muy ineficiente. La mesa va a ser atendida en 40 o 45 minutos y el producto no va a ser de calidad. A menudo se comete este error por pensar que así se reducen los costos, pero no es así, porque cada sol que se invierte en elevar la productividad es compensado con creces en las ganancias”, manifiesta.
Control: por último, resulta necesario saber si están cumpliéndose los objetivos trazados en el plan de la empresa, lo que solo se logrará con un control adecuado. De lo contrario, el emprendimiento se mantendrá a la deriva y podría fracasar sin apenas dar aviso de ello.
Por otro lado, Luna destacó la importancia de decidir bien en qué rubro emprender. Por un lado, señaló que se debe estudiar el mercado para conocer cuáles son las tendencias, pues estas siempre van cambiando. Por otro lado, resulta muy conveniente optar por un giro en el que ya se cuente con alguna experiencia , ya sea propia o de algún familiar o amigo cercano. “Así podremos desenvolvernos con mayor facilidad”, sostiene. Asimismo, señaló que un emprendedor gozará de mayores ventajas en la medida en que estudie y se capacite sobre la gestión de un negocio.