Las promesas de los candidatos a la Presidencia de la República en materia económica coinciden en puntos relacionados a la reactivación de la economía, tomando un contexto de la pandemia del COVID-19 que se vive en el Perú.
Así, en los planes de Gobierno de los candidatos presentados ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) se pueden observar iniciativas para generar empleo, reducir la informalidad laboral, impulso a la micro y pequeñas empresas (mypes), ejecución de proyectos de infraestructura, programas de garantías estatales, entrega de bonos, simplificación de regímenes tributarios, entre otros.
Una de las propuestas que generó controversia fue de la candidata de la presidencia de Juntos por el Perú (JPP), Verónika Mendoza, quien dijo que no descartaba la posibilidad de recurrir a la emisión de dinero en el Banco Central de Reserva (BCR). Posteriormente se retractó de dicha declaración asegurando que no repetirá la “maquinita” de los 80′s. Cabe precisar que esta propuesta no figura en su plan de gobierno.
Así, las propuestas en lo que se refiere a la economía no especifican de dónde se obtendrán los recursos para poner en marcha las propuestas. Por ello, surge la pregunta respecto a si hay dinero para poner en marcha las ofertas electorales.
En diálogo con Gestión.pe el exministro de Economía, Alfredo Thorne, señaló que al cierre de este año prácticamente la disposición de los ahorros del tesoro será mínima.
Según dijo, de acuerdo a cifras del Banco Central de Reserva (BCR) lo disponible en depósitos públicos es de 10% del PBI para fines del 2021, cifra por debajo del 13.8% que se registraba en diciembre de 2019.
Aclaró que si bien estos son ahorros públicos, no son de libre disponibilidad, pues muchos de estos ahorros corresponden a oficinas independientes del sector público como pueden ser las empresas de electricidad, la Sunat, el Banco de la Nación.
“El tesoro va a llegar a tener 10% del PBI y gran parte del financiamiento del que van a disponer, el que sea presidente, va a ser con endeudamiento externo. Y mientras más se use endeudamiento externo el riesgo de que las tasas de interés aumenten”, dijo.
Deuda externa
En esa línea, es importante mencionar que la última semana el ministro de Economía, Waldo Mendoza, anunció una nueva emisión de bonos a 10, 20 y 30 años para cubrir hasta un 40% de requerimiento fiscal 2021.
El ministro había indicado que el presupuesto de este año requería al menos US$ 10,000 millones, por lo que el 40% de ese monto vendría por el endeudamiento en el extranjero. Se espera que el financiamiento en mención pueda cubrir el año en recurso y “prefinancie” las necesidades del 2022.
Al respecto, el exministro recordó que la calificadora Fitch Ratings en diciembre del año pasado revisó el panorama para la economía de Perú y cambió la perspectiva de “estable” a “negativo”. Con ello, Perú se encuentra en evaluación por seis meses y la calificadora decidirá si finalmente cambia esa perspectiva a negativa.
“Si lo bajan (la perspectiva), obviamente eso significaría un aumento en las tasas de interés y ello implica que hay menos dinero disponible para otros gastos porque se tiene que hacer uso de la mayor cantidad de recursos para pagar los intereses sobre la deuda”, dijo.
Vías de financiamiento
Thorne indicó que, si se quiere aumentar el gasto, las alternativas de financiamiento a ejecutar sería vía aumento de impuestos o una mejor recaudación tributaria.
En este punto coincide Carlos Casas, ex viceministro de Economía y Decano de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico, quien indicó que se podría considerar el aumento de la presión tributaria y captar a los evasores que existen en el país.
Según indicó, las empresas electorales suelen orientarse a iniciativas de gasto, pero no se preocupan en cómo financiarlo. Precisó que si bien se tiene aún espacio para realizar financiamientos, no se puede “hipotecar” el futuro del país por promesas electorales de corto plazo.
“Una de las cosas por donde se podría empezar es generar incentivos para que las personas paguen sus impuestos, pero también hay que revisar lo que son las exoneraciones y reintegros tributarios”, dijo.
Indicó que si bien aún se cuentan con recursos disponibles en ahorros, como el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF), estos deben ser usados para eventos especiales, entiéndase desastres naturales.
De igual manera, indicó que se debe trabajar en la calidad de gasto, pues a través de una mejora -basada en criterios técnicos- se pueden liberar recursos.
Según indicó, los candidatos deberían establecer el orden de prioridad de las propuestas para analizar cuál será el costo y evaluar si es posible financiarlo.
“Estamos incrementado la deuda, los gastos se mantienen constantes. Si bien ha habido un incremento de la recaudación en febrero, eso no será necesariamente así más adelante, debemos esperar una caída de ingresos y los gastos irán aumentando porque la pandemia aún continua”, sostuvo.
Es preciso mencionar que el año pasado el Ejecutivo emitió el Decreto Legislativo 1457 que suspendió temporal y excepcionalmente durante el 2020 y el 2021 las reglas fiscales (déficit fiscal, deuda pública y gasto corriente) que se aplican en el país.
La regla de la deuda pública era no superar el 30% del PBI, sin embargo, el ministro de Economía, Waldo Mendoza, indicó que la deuda pública subió a 35% del PBI en el 2020 y estimó que subiría a 38% en el 2021.
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