Cada vez más sectores económicos están retomando actividades. El último jueves la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, anunció que el Gobierno ha dado “luz verde” a la fase 4 de la reactivación económica permitiendo la reapertura de casinos y tragamonedas, así como la posibilidad de que los teatros vuelvan a ofrecer funciones.
Esta media beneficiará a cientos de miles trabajadores de estos sectores. Sin embargo, los gimnasios, parques de diversiones, bares y discotecas todavía no gozan de esta posibilidad. Los rubros de este sector representan un 5% del Producto Bruto Interno del Perú, pero al pertenecer al sector servicios brindan gran cantidad de puestos de trabajo.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el informe técnico Situación del Mercado Laboral en Lima Metropolitana, elaborado con los resultados de la Encuesta Permanente de Empleo (EPE), se pudo conocer que en el tercer trimestre la población ocupada de Lima tuvo una caída del 21.5% a comparación del mismo periodo del 2019. En la rama servicios se tuvo una contracción del 24.4% (-691,700 personas).
En tal contexto, José Carlos Saavedra, socio y economista principal de Apoyo Consultoría, señala a Gestión.pe, que muchos trabajadores de estos rubros están migrando a otros sectores a fin de obtener ingresos.
“Hoy en día el 50% de los trabajadores está haciendo algo distinto de lo que hacía antes de la pandemia. Ha existido rotación y cambios en el mercado laboral, y eso se explica por estas diferencias entre sectores. Mientras que unos están sin operar o con caídas fuertes, otros se están recuperando de una manera más rápida”, dijo el economista.
Para el Decano de Facultad de Economía y Finanzas de la Universidad del Pacífico (UP), Carlos Casas, esta situación se ha venido dando en los últimos meses por las personas con la capacidad de realizar otro tipo de tareas.
“La gente que no tenía empleo pudo recolocarse en otros sectores. Por ejemplo, alguien que atendía en casinos ahora puede estar haciendo delivery. La gente que perdió empleo, puede estar haciendo otros trabajos”, manifestó.
El mercado laboral se ha deteriorado debido a esta situación promoviendo un incremento del empleo informal y salarios reducidos, lo cual implica trabajos de menor productividad. Saavedra menciona que los salarios han caído cerca del 15% a la fecha a comparación del año pasado.
“Si bien ha habido una dinámica intensa de intercambio de trabajadores en sectores económicos, el balance final es que existe una precarización”, explica.
Por su parte, Casas señala que al corto plazo se activaría el sector informal porque la gente necesita generar ingresos, pero se debe tomar en cuenta que a medida que se vayan consolidando en sus nuevos sectores puede que la informalidad caiga.
“Una de las cosas que se ha aprovechado en esta crisis es haber registrado a la gente, tener datos y cuentas, que pueda ayudar a la formalización. No creo que la informalidad se elimine de un año para otro. Está aumentando, pero disminuirla dependerá del tiempo y qué políticas se implementen. En el corto plazo no se puede bajar la informalidad. En el largo plazo hay que determinar qué va a ocurrir”, comenta.
Conforme han ido pasando los meses, se ha ido mitigando el golpe económico. En abril se tuvo una caída del 40% del PBI, mientras que en el tercer trimestre es de -5%. No obstante, ambos economistas coinciden en que actualmente la principal limitación para que la economía peruana continúe expandiéndose es la crisis política.
“La variable que falta es la política, porque si no fuese por eso, las inversiones estarían creciendo. El Gobierno acaba de emitir bonos soberanos a cien años. En realidad, las condiciones están cada vez mejores, pero la principal limitación para la reactivación económica es la inestabilidad política”, asevera Saavedra.