Tras el primer mes de la cuarentena, a mediados de abril, aproximadamente el 20% de los clientes de Banca Emprendedora de Banco Pichincha continuaba operando sus negocios. Con la reactivación por fases de la economía, noventa días después del anuncio del confinamiento, la cifra subió a 70%.
“En algunos casos han tenido que adecuarse al nuevo contexto o reinventarse para generar ingresos”, revela Mitchell Lázaro, gerente principal de Productos y Estrategia - Banca Emprendedora, de Banco Pichincha.
La Banca Emprendedora de Pichincha representa el 15% del total de clientes del banco y 8% del saldo. Este segmento atiende a micro y pequeños empresarios, localizados principalmente en comercio (bodegas, farmacias, mercados y centros de abasto), producción y servicios.
En junio, el 35% de los clientes de este segmento registró un impacto negativo en sus ingresos: percibe menos del 50% de lo que ganaba antes de la cuarentena.
“En este grupo están las personas que están trabajando al 30% o 40% de su capacidad o que están atendiendo a puerta cerrada, a través de delivery. Si bien el 70% de nuestros clientes tiene negocios operativos, hay un número significativo cuyos ingresos no son los esperados. Eso se debería normalizar en la medida que la economía empiece a tomar impulso”, dice Lázaro.
Sin embargo, así como algunos emprendedores se han visto afectados, Lázaro señala que también hay quienes, adecuándose al nuevo contexto, han mejorado sus ingresos, como el caso de los bodegueros que continuaron trabajando durante la cuarentena vía delivery.
Las necesidades de los emprendedores
A consecuencia de la cuarentena, la principal necesidad del emprendedor es obtener un respiro adicional para el pago de la primera cuota de deuda, según información levantada por Banco Pichincha. En un inicio se ofreció un congelamiento de intereses hasta por 90 días. Ahora, el banco da hasta 180 días de período de gracia.
El ticket promedio de créditos en Banca Emprendedora es de S/ 15.000. En capital de trabajo, el banco da créditos hasta en 24 cuotas.
“Si algún cliente ha visto afectado el 50% de sus ingresos, estamos estamos preparando una tercera reprogramación, ya más individual y a la medida de cada uno, para la reducción de la cuota y la ampliación del plazo”, adelanta Lázaro.
Dadas las medidas de reprogramación y congelamiento de vías de atraso, la morosidad del sistema ha tenido un efecto poco significativo: un incremento de 1%. En Banco Pichincha se registró un alza de 0,8%.
“En la medida que se vayan venciendo los créditos después de las reprogramaciones que todas las entidades estamos haciendo, vamos a empezar a ver realmente si las estrategias preventivas y de tratamiento de portafolio han dado resultado”, señala el ejecutivo.
Banco Pichincha maneja una morosidad de 5% en este segmento y espera que no supere el 6% en el tiempo.