Redacción Gestión

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Washington/Honolulú (Reuters).- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, regresará a Washington el jueves para realizar un último esfuerzo que permita alcanzar un acuerdo con el Congreso para evitar, o al menos retrasar, el denominado " ".

El "abismo fiscal" generaría alzas de impuestos y recortes del gasto público a partir de la próxima semana, de no mediar un acuerdo, lo que podría hundir a la mayor economía del mundo en una nueva recesión.

Ningún proyecto de ley específico sobre el "abismo fiscal" se encuentra actualmente en el programa del Senado o de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que regresarán el jueves a sus actividades después de las fiestas de Navidad.

Asesores y miembros del Congreso han dicho que el Senado, controlado por los demócratas, podría aprobar una medida de último minuto que evite los recortes de gastos y gran parte de los aumentos de impuestos.

Esto, si los republicanos acuerdan no usar un obstáculo de procedimiento, un compromiso que hasta ahora no hizo el líder de ese partido en el Senado, .

La atención legislativa sigue pasando de la reducción del déficit a evitar el impacto inmediato que implicaría la caída en el abismo el 31 de diciembre.

"Este es el escenario que desde hace tiempo pensábamos que tendría una mayor probabilidad de ocurrir cuanto más se acercara el 31 de diciembre, que esencialmente prevé extender todas las alicuotas para los individuos que ganan menos de 200,000 dólares y las familias de menos de 250,000 dólares y no aborda el techo de la deuda o el déficit", escribió el analista Chris Krueger de Guggenheim Securities.

Sin embargo, para que sea aprobado en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, cualquier proyecto de ley que sería necesario un inusual voto bipartidista.

Los 191 congresistas demócratas de la Cámara de Representantes tendrían que votar en bloque junto a por lo menos 26 republicanos para obtener una mayoría y aprobar un proyecto de ley que incluya aumentos de impuestos a los estadounidenses más ricos, una de las exigencias clave de Obama.

Algunos de estos 26 votos republicanos que se necesitarían podrían llegar de los 34 congresistas de ese partido que no se presentaron a la reelección o que fueron derrotados en los comicios de noviembre, por lo que ya no tienen que preocuparse de alguna consecuencia política.

Una alternativa podría ser que permita un alza de impuestos a todos tal como está programado y luego, durante la primera semana de enero, alcance un acuerdo rápido que los rebaje excepto para los más ricos. Esto sumado a una medida que posponga los recortes de gastos automáticos por 109,000 millones dólares, algo que la mayoría de los legisladores quiere evitar.

Una vez que el reloj marque la medianoche del 31 de diciembre, el Congreso no tendrá que votar a favor de un aumento de impuestos ya que los impuestos se incrementarán de forma automática y la votación estaría encaminada a disminuir las tasas de impuestos para la mayoría de los estadounidenses, con el propósito de que éstas vuelvan a sus niveles del 2012.

y los legisladores del Congreso dejaron el viernes Washington por las fiestas de Navidad, quedando en un limbo las conversaciones para evitar el "abismo fiscal".

Se espera que Obama recurra al líder de la mayoría del Senado Harry Reid, un aliado de confianza del mandatario entre los demócratas, para lograr un acuerdo rápido.

Asesores de la comenzaron a discutir los detalles de la medidas presupuestarias de fin de año con sus pares demócratas del Senado a principios de esta semana, dijo el lunes un funcionario de alto nivel del Gobierno.

El optimismo de los estadounidenses en que Obama y los legisladores llegarán a un acuerdo fiscal antes del 1 de enero cayó en días recientes, según un sondeo de Gallup del miércoles.

Un 50% cree que se alcanzará un acuerdo, una baja de 7 puntos porcentuales desde la semana previa, mientras que 48% lo dudan. El sondeo se realizó justo antes de que las discusiones se estancaran la semana pasada.