FOTO 7 | 7) No perder de vista el medio ambiente. La energía es, probablemente, uno de los mayores retos del futuro. Al tratar con reguladores y gobiernos y tomar sus decisiones, los directivos deberán ver más allá de sus propios intereses y otorgar una importancia capital a aspectos externos tales como el calentamiento global y el cambio climático.
FOTO 7 | 7) No perder de vista el medio ambiente. La energía es, probablemente, uno de los mayores retos del futuro. Al tratar con reguladores y gobiernos y tomar sus decisiones, los directivos deberán ver más allá de sus propios intereses y otorgar una importancia capital a aspectos externos tales como el calentamiento global y el cambio climático.

La necesidad de enfrentar el cambio climático, la sobreexplotación de los recursos naturales y la contaminación de los ecosistemas hace urgente la transición a una que tiene el potencial de generar millones de empleos en América Latina y el Caribe, y mitigar los costos laborales derivados de problemas ambientales, destacó hoy la .

“Los desafíos que nos plantea la sostenibilidad del ambiente son una de las fuerzas poderosas que le están dando forma al futuro del trabajo en esta región, y por eso es necesario tomar medidas que permitan maximizar sus beneficios y enfrentar en forma efectiva sus amenazas”, dijo el Director de la OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar-Xirinachs.

Salazar-Xirinachs comentó las implicaciones para la región del nuevo informe mundial de OIT sobre “Sostenibilidad medioambiental con empleo”, y destacó que en una zona del planeta con abundantes recursos naturales, áreas costeras y gran diversidad de ecosistemas como es esta región “es indudable que el mundo del trabajo está intrínsecamente relacionado con el medio ambiente”.

En este escenario, “los empleos verdes son catalizadores de la transición hacia la sostenibilidad ambiental”.

“Existen enormes oportunidades en una , pero también un potencial de destrucción de puestos de trabajo. Por lo tanto, debemos garantizar que los trabajadores tengan acceso a protección social, adquieran el conjunto de calificaciones correctas y que las economías tengan la capacidad de realizar la transición entre industrias tradicionales e industrias más ecológicas”, agregó el Director Regional de .

El nuevo informe de OIT destaca que los esfuerzos por combatir el de aquí al 2030 generarán al nivel mundial un balance positivo de 18 millones de empleos entre los que se crearán, por ejemplo en los sectores de la construcción y manufactura para hacer posible la generación de nuevas fuentes de energía y avanzar hacia una mayor eficiencia energética, y aquellos que se perderían serían en industrias relacionadas con este problema ambiental, como la de los hidrocarburos.

“En América Latina y el Caribe se generarán al menos 1 millón de empleos como resultado del uso de energías renovables, una mayor eficiencia energética en inmuebles y la mayor demanda de automóviles eléctricos y otras tecnologías de cambio en el patrón de consumo para combatir el cambio climático”, explicó el especialista de OIT en econometría del trabajo, Guillermo Montt, quien participó en la elaboración del nuevo informe de OIT.

Adicionalmente, los datos recopilados en este estudio indican que esta región podría generar otros 4 millones de puestos de trabajo con el desarrollo de la denominada “economía circular”, que promueve el reusó, la reparación, el reciclaje, la remanufactura y la mayor durabilidad de bienes, como alternativa al modelo lineal de extracción, manufactura, uso y descarte que ha predominado en las últimas décadas.

“La transición a una economía verde implica cambios en casi todos los sectores económicos, incluyendo la energía, agricultura, transporte, construcción, minería, pesca, etc. El avance a una más general tendrá impacto en todos los sectores y las opciones que tomemos determinarán si traen consigo empleo y trabajo decente en la región”, destacó Montt.

Las medidas de mitigación evitarán los efectos negativos de la degradación medioambiental en el mundo del trabajo. Los datos recopilados indican que en las Américas (incluyendo Norte, Centro y Sur de América) unas 75 millones de personas trabajan en sectores que dependen de procesos del ecosistema, como agricultura, turismo y pesca, que pueden verse afectados por cambios en el clima, contaminación y sobreexplotación, entre otros.

Los desastres naturales que han cobrado mayor intensidad durante los últimos años, por ejemplo, causan pérdidas estimadas en 200 años de vida laboral por cada 100,000 personas afectadas en las Américas, de acuerdo con los datos del informe.

El aumento de las temperaturas también podría tener efectos inusitados en el futuro del trabajo. Se estima que en Centro y Sudamérica entre 0.8% y 0.6% de las horas laborables serán demasiado calurosas como para trabajar, con consecuencias sobre la productividad y la salud y seguridad laboral.

Por otra parte, la degradación ambiental “afecta sobre todo a los trabajadores y hogares más vulnerables, lo cual contribuye a aumentar las desigualdades”, destacó Montt.

“El principal desafío es lograr que la transición sea una transición justa para todos. Si bien habrá creación de puestos de trabajo, hay trabajadores y comunidades que perderán”, dijo el director Regional de la OIT. Por ese motivo “es importantísimo asegurar que la región esté lista y pueda capitalizar las oportunidades de empleo que surgen y prevenir el aumento de las desigualdades”.

“El desarrollo de competencias y la complementariedad con políticas económicas, de protección social y de diversificación productiva son un desafío, que debe ser apoyado con procesos amplios de diálogo social para generar los empleos verdes que necesitan nuestras sociedades”, agregó Salazar.