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Un barómetro del Fondo Monetario Internacional (FMI) para detectar cambios en la presión del sistema financiero podría estar inclinándose en la dirección equivocada.

El FMI evalúa la facilidad con la que las empresas más riesgosas pueden acceder al crédito en comparación con las empresas en mejor estado.

Las asignaciones de inversiones a dichas compañías pueden haber aumentado en los últimos años, debido a las políticas monetarias más flexibles en todo el mundo, según un informe. Eso podría servir como indicador de estrés financiero a futuro, señaló el FMI.

"A medida que las condiciones financieras se relajaron aún más en el 2017, el riesgo de la asignación del crédito podría haber seguido aumentando, lo que justifica un monitoreo minucioso y una mayor vigilancia", dijo el informe.

"Tener en cuenta el riesgo de la asignación del crédito ayuda a predecir mejor las crisis bancarias a gran escala, el estrés del sector financiero y los riesgos a la baja para el crecimiento", agregó.

El llamado del fondo a la vigilancia se produce en medio de un creciente llamado de parte de las administradoras de dinero y analistas que apuntan al crédito corporativo como fuente de una inminente crisis financiera, después de años de tasas extremadamente económicas que permitieron a las empresas endeudarse.

Guggenheim Partners y Pacific Investment Management Co. han difundido tales advertencias, mientras que la investigación de S&P Global Ratings publicada en febrero mostró que la proporción de empresas altamente apalancadas a nivel mundial se ha incrementado en la última década.

Atención especial
En ciclos anteriores, era más probable que se produjera una severa recesión o estrés en el sector financiero luego de períodos en los que las asignaciones de créditos se volvieron más riesgosas a medida que se expandieron, determinó el informe del FMI.

Eso significa que los encargados de la política "deben prestar especial atención" a los períodos en los que el crédito se expande y las asignaciones se vuelven más riesgosas.

La tendencia es "una fuente de vulnerabilidad que puede amenazar la estabilidad financiera" y si esa toma de riesgos se vuelve excesiva, podría impedir el crecimiento futuro, según el FMI.

La entidad sugirió que las políticas y prácticas que reducen los riesgos de asignación de crédito podrían ser un regulador bancario más independiente, estándares más sólidos de gobierno corporativo y requisitos regulatorios de capital más estrictos para los bancos.

Las empresas con mayores coeficientes de deuda-activos y ganancias, menores tasas de cobertura de interés y mayores probabilidades de incumplimiento tienen mejores posibilidades de obtener préstamos en momentos de crecimiento económico o crediticio acelerado, según el informe.

Estos coeficientes considerados en conjunto han predicho el estrés financiero mejor que un coeficiente individual, en algunos casos hasta tres años por adelantado, indicó.

A nivel global, la asignación crediticia riesgosa en el2016 -el último año del que hay datos completos disponibles- se elevó a lo que sería un nivel promedio cuando se analiza en un contexto histórico, según el informe. Ese nivel es un aumento respecto de un mínimo alcanzado en los años posteriores a la crisis financiera.