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A la fecha, 10 plantas de procesamiento primario de alimentos frescos se encuentran con autorizaciones sanitarias suspendidas por haber incumplido con las exigencias de inocuidad, informó el Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa).
Desde el 2012 hasta la fecha, el Senasa ha concedido 1,723 autorizaciones sanitarias a estas plantas de procesamiento de frutas y hortalizas frescas. Solo 1,486 de ellas mantienen sus autorizaciones vigentes, pues 227 fueron canceladas a lo largo de dicho periodo, por no cumplir con las condiciones sanitarias exigidas para obtener la autorización. Las 10 plantas que se encuentran suspendidas aún cuentan con la posibilidad de subsanar sus faltas, señaló el especialista del Senasa Josué Carrasco.
La última en haber sido suspendida es la planta procesadora Verdeflor, ubicada en la provincia de Huaral, pues Senasa halló que incumplía su plan interno de rastreabilidad. Este plan contempla entre sus objetivos que la planta pueda garantizar que solo ingresarán a ella alimentos producidos bajo certificación sanitaria.
“Verdeflor cuenta con un plan interno de rastreabilidad, que contiene la información de sus proveedores con campos certificados, pero constatamos que también estaba procesando paltas de campos no certificados”, explicó Carrasco.
Esta falta, según señaló, vulnera el cumplimiento de las exigencias de los mercados de destino de estas frutas. Si la palta no certificada es enviada al exterior y contiene plagas, el país de destino podría amonestar a las autoridades peruanas o, en el peor de los casos, cerrar su mercado a los exportadores nacionales, explicó.
“A las plantas se les exige que estén autorizadas desde el punto vista de la inocuidad y certificadas. Esto implica que cuenten con un plan interno de rastreabilidad, pero no basta con eso. Tienen que ponerlo en práctica durante la campaña, porque no podemos arriesgar la imagen del país y todo lo logrado: Perú ocupó el año pasado el segundo puesto en el ranking mundial de países con más palta exportada”, añadió el especialista del Senasa.
En cambio, desde el punto de vista de la empresa sancionada, es el Senasa el responsable de que los pequeños productores de palta Hass no estén certificados. El apoderado de Verdeflor, Mariano Jordán, sostiene que desde que la pandemia llegó al país, la entidad no se ha dirigido a los campos a capacitar y certificar a los agricultores.
“Es responsabilidad del Senasa capacitar a los productores sobre cómo utilizar los plaguicidas, sobre todos los cuidados que deben tener para garantizar la inocuidad y certificarlos. Eso estaba haciéndolo antes, pero con la pandemia se ha replegado. Entendemos que el personal del Senasa no envíe a su gente al campo, que cuide a su gente, pero tiene que idear un mecanismo para que los pequeños productores puedan vender”, dijo a gestion.pe.
Según sostuvo, esta situación afecta a las pequeñas y medianas plantas, pues los exportadores que los contratan compran fruta a pequeños productores, muchos de los cuales poseen campos no certificados. En cambio, las grandes plantas procesan alimentos de las agroexportadoras de mayor tamaño, que ellas mismas cultivan en sus campos certificados. “Los pequeños productores se ven sumamente afectados porque no pueden vender sus alimentos”, dijo Jordán.
No obstante, el citado especialista del Senasa negó que la entidad haya paralizado estas funciones durante la pandemia. “Prueba de ello está en que hay más de 2,300 lugares de producción certificados por Senasa en lo que va la campaña (de palta). Esto equivale a 14,000 ha de superficie de pequeños productores de palta de regiones productoras, como Huancavelica, Ayacucho o Apurímac”, manifestó.
Asimismo, aclaró que la certificación se realiza a solicitud de la parte interesada, la cual debe cumplir con los requisitos establecidos por el Senasa.