crisis financiera
crisis financiera

Uno de los aspectos más intrigantes de la del 2007-2009 es la poca comprensión que hay de lo que realmente ocurrió. Parte de esto tiene que ver con las complejidades del evento, así como con lo difícil que es identificar las fuerzas que se habían acumulado a lo largo de los años y que acechaban bajo la superficie.

Incluso una década más tarde, muchas personas todavía se aferran a ideas falsas sobre las causas subyacentes de la crisis (¡no había solo una, amigos!). Lo que sigue son mis 10 memes con errores favoritos, malentendidos y mentiras descaradas sobre la crisis financiera y sus consecuencias:

N° 1. El provocó la crisis: "Si hubiéramos salvado a Lehman Brothers, podríamos haber evitado la crisis", dice un lamento popular. Esto refleja un malentendido fundamental de la magnitud del problema. Para aceptar esta teoría, de la que los ex empleados de Lehman son algunos de los apóstoles más férreos, entonces hay que negar la existencia de un universo entero de otros problemas.

Lehman, al igual que Bear Stearns antes que él, sufrió muchos de los mismos problemas que afligían a la mayoría de los otros grandes bancos y corredores de Estados Unidos: demasiados bonos “chatarra”, demasiado apalancamiento, muy poco capital y controles de riesgo deficientes. Lehman simplemente estaba entre los más sobre apalancados y descapitalizados del lote.

N° 2. Si no fuera por X, hubiéramos estado bien: elija aquí algunas cosas para insertar, pero es importante comprender que esto no fue un evento único, sino el resultado de muchos factores que se unieron a lo largo del tiempo. Estos incluyen: las tasas de interés ultrabajas de la Reserva Federal, una recuperación fundamentalmente débil del colapso puntocom, el auge y caída del mercado hipotecario, enormes cantidades de apalancamiento financiero, securitización de hipotecas, la adopción de derivados y la desregulación imprudente de la industria financiera que permitió mucho de lo anterior, y más. Yo describí estos elementos graficándolos en "Bailout Nation”.

N° 3. Derogación de la ley Glass-Steagall: El argumento es que en las décadas posteriores a la promulgación de la ley Glass-Steagall durante la Gran Depresión, las crisis de Wall Street se limitaron a Wall Street y no se extendieron al resto del mercado. Vea como ejemplo el colapso bursátil de 1987 o la crisis del peso mexicano de 1994. Pero el problema causal con el que nos topamos es la prueba del "si no hubiera sido por".

¿Hubiéramos tenido una crisis si la ley Glass-Steagall todavía hubiera estado vigente? No veo cómo podemos hacer esa afirmación. Tal vez si la ley Glass-Steagall no hubiera sido derogada, la crisis podría haber sido menor, pero de todos modos es muy difícil decir que no hubiera ocurrido.

N° 4. Los rescates fueron la única opción: había muchas otras opciones, pero habrían sido muy dolorosas y requerirían una considerable previsión. Creí entonces (y sigo creyendo) que el mejor curso de acción habría sido las bancarrotas con planes de reorganización financiera para todas las instituciones insolventes, en lugar de rescates.

Hubiera preferido que el gobierno federal proporcionase financiamiento "deudor en posesión", hubiera permitido que inversores institucionales privados calificados pujaran por los activos, permitiendo así que los mercados establecieran las valoraciones y que el gobierno se hiciera cargo del resto. Hubiera sido más difícil a corto plazo, pero la economía se habría recuperado mucho antes.

N° 5. A los contribuyentes se les devolvió la totalidad e incluso obtuvieron un beneficio. Hay dos problemas principales con esta aseveración: El primero es que el Programa de alivio de Activos en Problemas y la mayoría de otros préstamos y rescates fueron en su totalidad (o casi) devueltos. Pero para que eso ocurra, el gobierno federal, en una maniobra cuestionada por expertos tributarios, permitió que la quebrada American International Group utilizara las pérdidas operativas netas para compensar las ganancias futuras; esto fue un rescate furtivo avaluado en decenas de miles de millones de dólares que pareció no "costar" nada.

Mientras tanto, la Reserva Federal mantuvo las tasas en cero durante casi una década. Esto resultó en una gran transferencia de ahorradores a prestamistas rescatados. El gobierno federal también asumió una gran cantidad de riesgo durante un período en el que el mercado financiero se triplicó. Y eso fue antes de dar cuenta de todas las pérdidas colaterales y los riesgos morales que creamos.

N° 6. Nadie fue a la cárcel porque la estupidez no es un crimen: es una burla, desde el comportamiento de los ejecutivos de Lehman Brothers hasta el fraude de ejecuciones hipotecarias que tuvo lugar. Jesse Eisinger, autor de "The Chickenshit Club: por qué el Departamento de Justicia no procesa a los ejecutivos", explicó cómo la agrupación de defensa de ejecutivos presionó con éxito al Departamento de Justicia y lo debilitó durante los años previos a la crisis. No se puede condenar a un criminal si primero no se tiene el personal, la potencia intelectual o el estómago para enjuiciar.

N° 7. Los prestatarios eran tan condenables como los prestamistas: Primero, sabemos que para grandes sectores de la industria bancaria, la base de los préstamos cambió en el período previo a la crisis. Durante la mayor parte del historial financiero, el crédito se otorgaba en función de la capacidad de pago del prestatario.

En los años previos a la crisis, el incentivo para otorgar préstamos cambió: no se basaba en la probabilidad de pago sino en la posibilidad de vender el préstamo a otra persona, a menudo una empresa de valores, que reestructuraba el préstamo con otros préstamos para crear un instrumento respaldado por hipoteca. Vender hipotecas de 30 años con una garantía de 90 días cambia el cálculo de quién califica: simplemente busque carne fresca que haga los primeros tres pagos; después de eso, es problema de alguien más.

En segundo lugar, sabemos que si le ofrece dinero gratis a las personas, lo tomarán. Esta es una de las razones principales por las que tenemos regulaciones bancarias. Esperamos que los profesionales bancarios entiendan el riesgo mejor que las personas corrientes.

N° 8. Los pobres causaron la crisis: este es otro argumento intelectualmente deshonesto. Si cualquier legislación de EE.UU., como la Ley de Reinversión Comunitaria, fuera la causa real de la crisis, entonces el auge y la caída no habrían sido globales.

En segundo lugar, si los pobres y estas políticas fueran la causa, entonces la crisis se habría centrado en el sur de Filadelfia; Harlem, Nueva York; Oakland, California; y Atlanta en lugar de hacerlo en los florecientes suburbios de Las Vegas, el sur de California, Florida y Arizona. Las personas que usan este argumento parecen tener motivaciones cuestionables.

N° 9. La Fed cometió un error al intervenir cuando el Congreso se negó: el Congreso es la entidad gubernamental que debería haber hecho más en respuesta a la crisis. Pero no fue así, y todos los miembros que se opusieron a los esfuerzos para reparar la economía y el sistema financiero deberían haber sido expulsados de sus cargos. La Reserva Federal protegió al Congreso proporcionándole riesgo moral a los congresistas y permitiéndoles eludir sus responsabilidades. No sabemos cómo se vería el mundo si eso no hubiera sucedido, pero me imagino que sería significativamente diferente de lo que es hoy, y no necesariamente mejor.

N° 10. Lehman podría haberse salvado: esta es quizás la más delirante de todas las afirmaciones. Lehman era insolvente. Lo sabemos por una prestidigitación contable que realizó llamada Repo 105, en la que "vendió" US$ 50,000 millones de activos a una entidad de su propiedad, registró una ganancia justo antes de las ganancias trimestrales, y luego recompró los activos. La investigación realizada por el administrador de fondos de cobertura David Einhorn llegó a la misma conclusión sobre la solvencia de Lehman mucho antes del colapso; la propia Fed también dejó en claro que no podía asumir las pérdidas de Lehman.

Cuando las personas se niegan obstinadamente a reconocer los hechos, cuando insisten en aferrarse a su propio sistema de creencias errado, es muy difícil responder con políticas sólidas. Como sociedad, cuanto más pronto tengamos en cuenta la realidad, antes podremos evitar desastres como la crisis financiera.

Por Barry Ritholtz

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.