(Foto: Gestión)
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Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) se pierde cerca de 1,300 millones de toneladas de alimentos por año, lo cual equivale a un tercio de lo que consume a nivel mundial. Paulo Yvan, director regional de , explica que son los propios consumidores que deciden rechazar estos alimentos por su apariencia.

“En los países industrializados, el 40% de los alimentos se desecha a nivel del consumidor por apariencia del vegetal o la fruta. Mientras que en los países en desarrollo, el 40% de los alimentos se rechazan durante la cosecha, el almacenamiento o el transporte, porque no presenta el tamaño o la calidad exigida por el minorista o porque se pudren con facilidad”, explica Yvan.

En el Perú, la problemática es recurrente con cultivos como la papa o el arroz, explican. Por ello, para lograr los niveles de calidad adecuados, recomendaron la utilización de fertilizantes en la agricultura peruana.

Según el último Censo Nacional Agropecuario, solo el 43.9% de productores que los utilizan fertilizantes, y solo el 25,3% de ellos expresa que los aplica de forma suficiente y de manera constante.

“La fertilización balanceada busca resolver las deficiencias de nutrientes, para aumentar los rendimientos y mejorar sustancialmente la calidad de los productos, dotándolos de mayor resistencia al tiempo, un tamaño uniforme o un color más vigoroso”, señala Margarita Gonzalez, Directora de Agronomía de .

La especialista de explicó que, por ejemplo, la falta de potasio en las frutas hace que estas sean más pequeñas y tengan menos color y dulzura que lo normal; de esta manera, una parte de la producción no cumple con los estándares y es desechada.

En el caso de las manzanas, la falta de calcio produce una condición denominada “hoyo amargo”, causando manchas y marcas en la fruta. Debido a este aspecto, los consumidores no compran este tipo de alimentos.

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