(Foto: iStock)
(Foto: iStock)

En su informe anual de perspectivas del mercado de trabajo publicado este martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) calcula que el número de personas empleadas caerá de media en sus países 4.09% este año, pero el porcentaje será de 4.98% si hubiera una segunda oleada de la pandemia.

Colombia sufrirá el mayor descalabro

Colombia, que registrará descensos en el número de personas ocupadas de 10.63% y de 12.58% (si existe esa nueva oleada), será el país miembro que sufrirá el mayor descalabro debido a la situación de partida y a que, como buena parte de Sudamérica, es una de las naciones más sacudidas por el coronavirus.

A continuación se sitúan Estados Unidos (con descensos entre las personas con del 8.15% y 9.84%), Irlanda (6.67% y 8.21%), Portugal (5.65% y 7.10%) y España (5.28% y 6.38%).

La tasa de paro del conjunto de la OCDE, que era de apenas 5% en febrero antes de que se dejaran sentir los primeros efectos de los confinamientos, ha crecido al 8.4% en mayo, una décima por encima del pico que se registró durante la anterior crisis financiera global del 2008-2009.

De ahí seguirá en una senda ascendente hasta el 9.4% a finales de año, en razón de una caída sin precedentes del Producto Bruto Interno (PBI), el 7.5%.

Eso si no se produce un nuevo brote del coronavirus de aquí a finales de año, que agravaría las cosas y elevaría el desempleo en ocho décimas más por un hundimiento del PBI de 9.3%.

Para finales del 2021, la tasa de paro bajará, pero seguirá a un nivel muy elevado, de 7.7% de media, siempre que se materialice una esperada recuperación económica. Porque en el escenario de un segundo rebrote, el desempleo se quedaría en 8.9%.

Huellas duraderas en el mercado de trabajo

La crisis dejará una larga huella en la economía, de forma que la renta per cápita en la mayor parte de los países miembros retrocederá el año próximo a niveles del 2016 en el mejor de los casos, y a los del 2013 si hubiera una segunda oleada de la pandemia.

La justifica las medidas de confinamiento para evitar el colapso de los sistemas sanitarios e impedir “miles, sino millones de muertes”. Pero en los primeros tres meses de la crisis indujeron un bajón de la actividad económica de al menos 15%.

El número de horas trabajadas descendió en ese periodo diez veces más que en los tres primeros meses de la crisis financiera global en el 2008-2009, pese a que un 39% de los asalariados, de media, han estado teletrabajando.

Las empresas han recurrido masivamente a fórmulas de paro parcial con expedientes de regulación de empleo temporales (ERTE), que han llegado a afectar al 25% de los asalariados en el conjunto de la organización, con porcentajes muy variables: hasta el 70% en Nueva Zelanda, el 55% en Francia, el 30% en Alemania, el 18% en España, o menos del 1% en Estados Unidos.

El director de Empleo, Trabajo y Asuntos Sociales en la OCDE, Stefano Scarpetta, considera que esos dispositivos constituyen "una medida importante y positiva", en particular en una crisis como ésta en la que se ha impuesto el cierre temporal del negocio a muchas empresas.

Para Scarpetta la prioridad más urgente es evitar una segunda ola de la pandemia y prepararse para el caso de que se materialice. Eso pasa por el teletrabajo al que pueden recurrir alrededor de un tercio de los empleos en condiciones normales.

Proteger a los más vulnerables

Para los empleados que corren mayor riesgo de infectarse en el trabajo, lo fundamental es fijar protocolos sanitarios y de seguridad rigurosos y garantizarles cobertura generosa en caso de caer enfermos para que no se vean obligados de seguir, con el riesgo de contagiar a otros.

Deberán seguir recibiendo ayudas, al menos temporalmente, las empresas y los asalariados de sectores que siguen sin poder volver a la actividad, como una parte del sector turístico.

Pero simultáneamente habrá que reorientar a aquellos que están en negocios que han dejado de ser viables para dirigirlos hacia otros con futuro.

Los autores del informe hacen notar que, como las perspectivas de encontrar trabajo serán bajas, algunos países deberían ampliar la duración de los subsidios de paro, y eso será todavía más necesario en caso de rebrote de la pandemia.

TAGS RELACIONADOS