Han transcurrido 11 meses desde que se inició el estado de emergencia, periodo que ha sido muy irregular para el desarrollo de los negocios. Las empresas, sobre todo las más pequeñas, que ya venían golpeadas desde el 2020, ahora enfrentan una nueva cuarentena en varias regiones del país que volverá a afectar sus ventas.
Ante esta situación, muchos de estos negocios, principalmente del rubro comercio, se han visto en la necesidad de ofrecer descuentos, de rematar su mercadería e incluso, en algunos casos, de liquidar sus productos a precios de costo, señalaron representantes gremiales y expertos a Gestión.
“No están vendiendo lo que tienen que vender y necesitan liquidez para pagar deudas, a proveedores, el alquiler de sus oficinas y locales, y el sueldo de los trabajadores”, explicó Jorge Ochoa, presidente del gremio de la Pequeña Empresa de la CCL.
Estrella
Luis Alemán, director del grupo Alemán, coincidió en que los empresarios están buscando deshacerse del stock que no tienen rotación (“hueso”) para adquirir la mercadería que sí se venda, pues están apremiados por liquidez.
Así, están liquidando productos de poca rotación (denominados “desastre” e “interrogantes”) para enfocarse en los productos “estrella” (de buen margen y alta liquidez) y “generador de efectivo” (de alta liquidez, aunque bajo margen), detalló.
En el sector de micro y pequeñas empresas (mypes) de confecciones y calzado se observan descuentos de entre 25% y 40%, refirió Walter Leyva, docente de posgrado de ESAN. Pero empresas más grandes, como tiendas por departamentos, también ofrecen reducciones de precios por estos días.
Alemán refirió que los descuentos en general están entre 40% y 50%, mientras que Ochoa mencionó remates al 70% y 80% del precio original del producto.
Capital propio
Aquellos negocios que adquirieron mercadería con capital propio tienen más espacio para la reducción de precios, afirmó Alemán. En cambio, los que usaron endeudamiento bancario están limitados por la obligación de pagar sus créditos, añadió.
Estos descuentos se extenderían hasta fin de marzo, dependiendo del stock que mantenga el negocio.
Fernando Calmell del Solar, presidente de la Asociación de Emprendedores del Perú (ASEP), consideró que a fin de febrero algunas mypes ya habrían liquidado sus mercaderías. “Están vendiendo todos los activos que pueden y los están rematando muchas veces a sus trabajadores, que lo que hacen es empezar su propio negocio de manera informal”, sostuvo.
Manufacturas
Asimismo, enfatizó que la cuarentena no solo está afectando al sector comercio sino también al de manufacturas, pese a que estos últimos pueden seguir operando. “No pueden producir nada si es que las galerías y centros comerciales donde vendían su mercadería están cerradas”, dijo Calmell del Solar.
En un escenario en el que las empresas dispongan de stocks y la demanda siga baja, probablemente los descuentos se den también durante marzo, consideró Alemán.
Leyva indicó que, según un sondeo, las mypes tienen la expectativa de que la cuarentena para contener la segunda ola del covid-19 se prolongue hasta fin de marzo. Comentó que las microempresas también se están reconvirtiendo a otros negocios, aunque han disminuido el número de trabajadores.
Crédito
En el sector textil, en lugar de hacer uniformes escolares ahora hacen mascarillas y artículos de protección personal, y en el sector de útiles de oficina o escolares se ha pasado a productos vinculados a computadoras, precisó Ochoa. Han migrado también a sectores como alimentos y de salud en general, dijo.
Walter Rojas, gerente central de Negocios de Caja Cusco, señaló que algunas mypes de Lima han trasladado su mercadería hacia provincias con menores restricciones sanitarias para así generar algunas ventas. Estimó que en febrero habrá un decrecimiento del crédito, que se podría extender a marzo si se alarga el confinamiento.
Mypes salen de locales que alquilan
Tras el nuevo confinamiento, muchos negocios están saliendo “despavoridos” de sus locales alquilados en centros comerciales y galerías, que permanecen cerrados, indicó Fernando Calmell del Solar, presidente de ASEP. “Si no hay venta, no hay cobranza, y si no hay cobranza, no hay para pagar alquileres”, coincidió en señalar Jorge Ochoa, de la CCL.
Algunos de estos emprendedores están ahora trabajando en sus casas y otros han salido a las calles. “La informalidad viene aumentando de manera paulatina y sigilosa”, afirmó Ochoa.
Walter Leyva, de ESAN, resaltó que las mypes, sin abandonar su negocio principal, han entrado a otros rubros y mantienen la venta en combo de productos.
Calmell del Solar sugirió implementar ferias itinerantes en varias zonas de Lima para que las mypes que operan en galerías puedan vender.