El Banco Central de Reserva (BCR) informó esta semana que el déficit fiscal para el 2019 alcanzó 1.6% del PBI, la menor cifra registrada en cuatro años. Asimismo, esta cifra es menor en 0.7 puntos porcentuales a la cifra del 2018, y menor a la proyectada en el último Reporte de Inflación de la entidad de política monetaria (1.7%).
El ex viceministro de Hacienda, Kurt Burneo, indica que en el 2019 sucedió una combinación de mayores ingresos fiscales y un menor gasto, el cual está explicado por las menores ejecuciones de los presupuestos en los gobiernos regionales y subnacionales. Esta situación según el ex viceministro, generó que se de este 1.6% de déficit, el cual está por debajo del 2.9% previsto originalmente por el gobierno.
Si se hace una comparación, según Burneo, entre los niveles de déficit del 2018 y 2019, existe una diferencia de alrededor de S/ 4,500 millones, por el menor déficit.
Nueva meta fiscal
La reciente modificación de la meta fiscal, se proyecta mantener un déficit de 1% hasta el 2024 y ya no hasta el 2021, es tomada por Burneo como una medida para generar un espacio para una mayor inversión pública, aumentar la demanda e, indirectamente, “gatillar” la inversión privada.
Asimismo, debido a la desaceleración del PBI es conveniente un déficit fiscal más moderado, para así no alcanzar de manera acelerada el tope de endeudamiento público, el cual no debe ser más de 30% del PBI.
“Desde el momento en que se extiende el plazo para un obtención del déficit fiscal de 1% como meta, da la opción para que exista una mayor inversión pública”, indicó.
Por otro lado, según el ex viceministro, se están incluyendo políticas de reperfilamiento de la deuda, pues está considerando temas como la gestión de la liquidez. Es decir, a la administración de plazos, la administración de la moneda a la que se toma la deuda y las tasas de interés, por lo que no se están observando solo por la parte económica, sino también financiera.
Sin embargo, a pesar de esta mayor gradualidad, el tema más importante, según Burneo, es la ejecución de la inversión pública, pues si no se efectúa bien, el escenario de la nueva meta fiscal hacia el 2024 sería en vano.
“La pregunta más importante que se le plantearía al MEF es qué acciones en específico va a hacer para incrementar el nivel de ejecución”, afirmó.
Más sobre la caída en el déficit
Parte de que exista un menor déficit también se relaciona con los mayores ingresos corrientes del gobierno general, los cuales tuvieron un crecimiento de 6.5% en el 2019, con respecto al 2018 (superior en S/ 9,218 millones).
Esto se explica por las mayores ganancias tanto por ingresos tributarios (6%) como no tributarios (8%). Cabe recordar que dentro de los ingresos no tributarios se encuentran rubros como contribuciones sociales, regalías mineras, canon petrolero y gasífero, etc.
Por otro lado, los gastos no financieros del gobierno general, también tuvieron un crecimiento, pero este solo de 3.2%. Esto se explica por un aumento de los gastos corrientes en 5.3%; sin embargo, la formación bruta de capital (que hace referencia a la inversión pública), cayó en 4.4%.
Con respecto a esto último, si se ve por nivel de gobierno, se nota que la reducción viene por el menor gasto en los gobiernos regionales y locales, los cuales se vieron reducidos en 1.3% y 11.7%, respectivamente. El gobierno nacional, sin embargo, aumentó su gasto en 2.8%.
En base al PBI, los gastos no financieros del gobierno general se redujeron en aproximadamente 0.1 puntos porcentuales en el 2019, pues pasaron de 20.2% del PBI a aproximadamente 20%.
Asimismo, según datos del MEF en su portal de transparencia económica, del presupuesto de gobiernos regionales y locales en el rubro de proyectos, se alcanzó una ejecución de 58% y 61%, respectivamente, del total destinado.