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Tras la disolución del Congreso de la República por parte del presidente de la República, Martín Vizcarra, aún se mantiene la confianza en la fortaleza macroeconómica por parte de las calificadoras internacionales y por ello no se movería la calificación actual del Perú, pero sí se iniciaría una evaluación si es que hay una extensión de esta situación.
La agencia calificadora Moody’s ya había advertido que existe el riesgo de que la perspectiva de la calificación crediticia de Perú pase de estable a negativo si es que existe algún cambio en el desempeño de la economía y las finanzas públicas (Gestión 02.10.19).
Ahora, un análisis similar es el que realizó la calificadora internacional Standard & Poors (S&P), que sostiene que si bien la crisis constitucional que afronta el país no tiene impacto en las calificaciones crediticias, sí habría una revisión a la baja de la calificación si es que existe un mayor deterioro de las instituciones peruanas.
“Un debilitamiento de las instituciones peruanas podría perjudicar las perspectivas de crecimiento económico, lo que podría conducir a una caída del PBI per cápita y los esfuerzos del país para mantener finanzas públicas sostenibles nos llevarían a bajar las calificaciones en los próximos dos años”, refiere la entidad.
Las calificaciones soberanas en Perú hechas por S&P actualmente se mantienen sin cambios. En moneda extranjera es BBB + / Estable / A-2, y en moneda local: A- / Estable / A-2.
Sin embargo, tal como señaló en su análisis resumido más reciente sobre Perú, S&P sostiene que las incertidumbres políticas duraderas y las dificultades para aprobar la legislación en el Congreso podrían deteriorar el entorno de inversión de Perú.
Crecimiento económico
De acuerdo con S&P, la calificación soberana del Perú supone la continuidad de políticas fiscales y monetarias prudentes y un perfil externo sólido, a pesar de la complicada y fluida situación política. El impacto potencial para el crecimiento del PBI dependerá de la duración de la incertidumbre política.
En ese sentido, la calificadora internacional afirmó que espera un crecimiento real de la economía de 2.6% en 2019, por debajo del 4% logrado en 2018, en parte debido a la debilidad en la producción de cobre y pesca, cuyos resultados influyeron en la debilidad del crecimiento del primer semestre del año. Asimismo, S&P afirmó que el sector minero ha decepcionado debido a la escalada de conflictos sociales.
“Como una economía pequeña y abierta, Perú es vulnerable a las condiciones externas cambiantes, incluidos los precios más bajos de los productos básicos y los volúmenes comerciales en medio de una mayor discordia comercial”, precisó.
Esta proyección de crecimiento es más optimista que la que tiene Moody’s, que anunció que rebajará su estimado de avance para el PBI a 2% para este año y cerca a 3% para el 2020.
Las calificaciones soberanas en Perú de S&P son: en moneda extranjera: BBB + / Estable / A-2, y en moneda local: A- / Estable / A-2”.
S&P espera un crecimiento real de la economía de 2.6% en 2019, por debajo del 4% logrado en 2018, donde influye la debilidad de pesca y minería.