El economista y exministro de Economía, David Tuesta considera que el populismo ha pasado de ser un riesgo para la economía a ser una realidad. Cree que se debe repensar la estrategia de reapertura por fases, porque la población igual saldrá a trabajar.
¿Cómo ve el desarrollo de la actividad económica en el 2021?
Es un año de muchísima incertidumbre.
¿La compra de vacunas anunciada por el presidente Sagasti no reduce esta incertidumbre?
Este anuncio nos alinea con los países que más o menos funcionan, pero eso no cambia situaciones de fondo, como la presencia de una segunda ola. Allí la vacuna hará poco para solucionar esta circunstancia. Es probable que si hay más contagios haya algún tipo de restricción o confinamiento.
Pero se habla de confinamientos focalizados...
No hay señales de que el Gobierno haya aprendido algo respecto de cómo tener una estrategia diferente de los confinamientos. El cierre a la mala es un riesgo.
¿Qué tipo de riesgo?
De que el rebote, no estoy hablando de recuperación, no sea robusto como algunas proyecciones esperaban. A eso se suma el riesgo de lo que puede venir del 2021 en adelante. Es decir, cómo vamos a crecer después con toda la tendencia que observamos en cambios en el escenario político. Ya no hablamos de la posibilidad de hacer reformas sino de que se retroceda en los mecanismos que existían para apoyar a los sectores de mayor productividad.
¿Habla de las medidas que se toman en el Congreso?
Sí, vamos a seguir viendo un activismo parlamentario durante el primer trimestre. Van apareciendo medidas como mala hierba, como hongos dentro de tu jardín que no puedes matar, y salen y salen y salen, cada una con diferente forma por uno u otro lado.
¿Estamos frente a un riesgo de alto populismo en las próximas elecciones?
El populismo ya no es un riesgo, es una realidad. Ya lo tienes acá. La probabilidad es que se vuelva más populista, pero con la cuota de optimismo, esperemos que esto se pueda cambiar como ha sucedido anteriormente.
Pero, este Congreso ya se va a renovar...
Ahora la gran incertidumbre es ver a quién se va a elegir en este 2021. Ahora solo hablamos de los actuales congresistas, de quién va a salir de este mismo sistema político que no ha cambiado. Las propuestas de casi todos los candidatos tienen un tufo populista, incluso de aquellos partidos que pueden ser relativamente serios.
Entonces, ¿es difícil que se cumplan las proyecciones de crecimiento de hasta 10% este año?
Que sea 10% o 7%, al final va a ser una anécdota, porque finalmente es un rebote. Las cosas pintan mal para el 2021, pero lo que realmente debe preocuparnos es lo que viene después. Yo hablo con inversionistas todos los días, y los que tienen inversiones a largo plazo están preocupados por saber si les van a cambiar las reglas de juego. Es como si nos hubiéramos olvidado de que el sector privado es el motor del crecimiento de la economía.
El MEF y el BCR esperan un crecimiento de más de 4% a partir del 2022.
No hay forma de que eso suceda. El Marco Macroeconómico Multianual ya suponía que con un 4.5% no alcanzaba y que se requería un adicional de 1.5% del PBI de recaudación. Si se tiene un crecimiento menor, que es como está la situación actualmente, va a significar una ajustón fuerte.
En el corto plazo, tenemos una posible segunda ola encima y se ha recomendado que se cierre la cuarta fase y se regrese a la tercera. ¿Es una medida adecuada?
No creo que haya habido mucha diferencia entre las fases de reapertura de la economía, porque la gente igual salía a la calle y los contagios han estado a la orden del día en cualquiera de las fases. Esto pasa por reconocer a tu país. Si tu país es altamente informal, pongas las fases que pongas, ¿cómo vas a tener filtraciones importantes?
¿Qué hacer entonces?
Olvidarse de la definición de fases que se tenía el año anterior y plantear un esquema de restricciones inteligentes, hacer que la economía funcione y los peruanos sigan yendo a trabajar, porque, quieran o no, el peruano no se va a quedar en su casa, va a tener que salir a trabajar.
¿El bolsillo de las familias no da para nuevas restricciones?
Ni el de las familias, ni el del Estado. Lo único que va a generar una medida generalizada no es tanto contener la oferta, que es la gente que se mueve, sino contener muchísimo la demanda, y vas a terminar de matar a aquellos que pasaron la primera ola y decidieron abrir su restaurante o su pequeño negocio. Si se da una circunstancia como esta, nos podemos olvidar de siquiera un rebote de la economía.
“Más estatismo puede traer más pobreza en el Perú”
El exministro de Economía y Finanzas David Tuesta afirmó que en este tiempo han resurgido ideas que creen que la reducción de la pobreza en el Perú se consigue castigando o maltratando al sector privado y con una mayor intervención estatal.
Esto porque es el mensaje que se viene observando desde los políticos que están en el Congreso, que han tomado medidas para que el Estado tenga mayor injerencia en la actividad económica.
“Cuando uno observa los estudios sobre la caída de la pobreza en el Perú en las últimas dos décadas, más del 80% responde a crecimiento económico. Solo el remanente responde a programas o políticas sociales”, refirió.
Añadió que lo que quiere decir esto es que si el país no crece, con las propuestas que se están dando de más estatismo, más las medidas que pongan rigideces al mercado laboral, que desincentivan la inversión, o que se repartan más utilidades, entre otras, lo único que hará es traer más pobreza.