Los productores cafetaleros están preocupados que Agrobanco deje de operar. "Tenemos noticias sobre este tema; ya le están limitando sus posibilidades cuando lo que se necesita es que sea más competitivo y se refuerce con nuevos fondos", señaló Lorenzo Castillo, gerente de la (JNC).

Este 'fondo' saldría del Estado. Lo que proponen los cafetaleros es que se compre la deuda que tienen con Agrobanco. Deudas que han sido gestionadas para mantenimiento y renovación de cafetales, y que asciende a 150 millones de soles.

"Esta medida es importante para armar un solo programa financiero de pago. Agrobanco está de acuerdo solo tiene que decidir el Minagri y el MEF (…) Hay que dar mayores facilidades a los productores, queremos más inversiones", mencionó.

Pero el problema de los cafetaleros no solo son las deudas que tienen que pagar para mantener sus tierras, sino que también deben imponerse como cultivo alternativo frente a la hoja de coca que cada vez gana más terreno, pese a esfuerzos de entidades públicas y privadas.

"El 60% de la región cafetera tiene entornos de economía ilícita, la expansión de la coca que está creciendo. Hace ocho años en Puno había 8,000 hectáreas de café, y el año pasado a penas llegaba a 5,000 hectáreas. Hace ocho años en el Valle de Sandia se tenía 2,500 hectáreas de coca y en 2016 estamos hablando de 5,500 hojas de coca", alertó.

¿Es rentable?Según Castillo, cultivar hoja de coca es mucho más rentable. Por ejemplo, un kilo de hoja de coca en el Valle de Sandia (Puno) se paga entre 20 y 25 soles el kilo; mientras que el café no cosecho en el centro de acopio es de S/ 7 u S/ 8.

"Abordar ese problema tiene que ser con un criterio de realismo económico. Se dan paliativos pero no terminan de atender el tema estructural de la actividad cafetalera. Con estas condiciones mi actividad económica, llámese café o caco no compite con la coca y es un tema de seguridad nacional", insiste el dirigente.

Otro problema que enfrenta el sector es la poca tecnología que usan para la rehabilitación de sus hectáreas. "El año pasado se han rehabilitado hasta 36 mil hectáreas. El tema es que gran parte de las renovaciones de café se han hecho sin la tecnología adecuada, con cultivares cuya calidad no es de las mejores en el mercado, y tienen problemas en el rendimiento y manejo", refirió.