Redacción Gestión

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La Habana (Reuters).- Cuba autorizó el jueves la venta mayorista de bienes y servicios, una medida que responde a una vieja demanda de emprendedores privados y que forma parte de las reformas que está impulsando el Gobierno para modernizar su sistema socialista y reactivar la economía.

El sitio publicó el jueves una resolución que crea la "Empresa Comercializadora Mayorista de Productos Alimenticios y Otros Bienes de Consumo".

Cuba tiene unos 400,000 cubanos que trabajan por su cuenta, muchos de los cuales han sufrido las limitaciones de no contar con ventas mayoristas que garanticen las materias primas e insumos para sus labores, que van desde bares, restaurantes, hasta taxistas o vendedores ambulantes de vegetales.

Según las resolución, esta empresa se dedicará a "comercializar de forma mayorista productos alimenticios y otros bienes de consumo e intermedios no alimenticios (…) a personas jurídicas y otras formas de gestión no estatales".

Las ventas se harán tanto en moneda nacional como en divisas o CUC, la moneda convertible de la isla que vale 24 veces más que el peso cubano o CUP, conque el paga el salario a los empleados estatales.

La nueva norma también establece que serán comercializados de forma mayorista productos ociosos y de lento movimiento, equipos de cómputo y mobiliarios así como servicios de almacenamiento de mercancías, alquiler de almacenes, cámaras de frío y servicios de transporte de productos que se venden tanto a la red estatal como a particulares.

"Esta es la última señal de que el Gobierno quiere que el sector privado crezca", dijo sobre la reciente medida Philip Peters, un experto en temas cubanos del Lexington Institute en Virgina, Estados Unidos.

Alivio a emprendedoresCon las reformas emprendidas por desde que reemplazó a su hermano en la presidencia de la isla en el 2008, los cubanos pudieron acceder a hoteles, comprar celulares, electrodomésticos y hasta recibir tierras en usufructo para elevar la producción de alimentos y mejorar la vida en el país.

Pero el mercado mayorista ha sido una asignatura pendiente desde entonces para muchos cubanos, que para mantener sus negocios han tenido que comprar desde alimentos, pasta de dientes y condimentos hasta ropas y electrodomésticos a otros cubanos que revenden artículos comprados en Estados Unidos, México o Ecuador.

Esta mercadería extranjera proviene de miles de importaciones enviadas o realizadas por familiares, o ingresadas por personas que tienen un pasaporte extranjero que les permite entrar y salir del país, o simplemente son productos de reventa que se ofrecen en mesas que cuentan con autorización estatal.

Pero estás reventas han generado quejas en la población y en medios oficiales que las han culpado en parte de la subida de algunos precios en artículos de primera necesidad.

"Ojalá", dijo Ofelia, una vendedora de dulces en un barrio residencial en La Habana. "Eso lo estamos esperando hace tiempo y buena falta que nos hace. Yo te garantizo que si los precios son razonables, podría bajar algo los que tuve que ponerle a mi mercancía", agregó con alivio la mujer de 45 años.

Roberto Hernández, vendedor de pizas de 35 años, dijo que la medida traería "tranquilidad" al sector privado.

"De esa forma no tendremos que seguir inventando y pagando lo que quieran pedirnos por lo que necesitamos. Esa sería nuestra tranquilidad para poder trabajar sin sobresaltos", agregó.