Redacción Gestión

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Bruselas (Reuters).- Los líderes de la Unión Europea han dado a los cuatro funcionarios más poderosos del bloque poco más de un mes para elaborar una hoja de ruta para la integración de la zona euro y para persuadir a los votantes y a los mercados de que el euro ha llegado para quedarse.

Los cuatro el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso; el presidente del Banco Central Europeo, ; el presidente del Eurogrupo, ; y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy tienen por delante la titánica tarea de definir hacia dónde marcha Europa realmente.

"Hemos llegado a un punto en el que el proceso de integración europea necesita dar un salto audaz de imaginación política para poder sobrevivir", dijo Draghi el jueves tras una cumbre de la UE, que se centró en la necesidad de la unidad y el crecimiento pero que no logró grandes acuerdos.

Los cuatro hombres, que trabajan bajo la sombra de la peor crisis financiera en la historia del bloque y bajo una amenaza cada vez mayor de que Grecia no logre permanecer en , deberán informar sus planes durante una cumbre de la UE programada para el 28 y 29 de junio.

"La lógica detrás de todo esto es que a los mercados y a los socios globales les resulta difícil seguir lo que hacemos a diario, puesto que existe incertidumbre sobre la dirección a largo plazo de la unión", dijo un funcionario de alto rango de la zona euro.

"Se trata de dar un sentido de dirección, un objetivo estratégico o meta para varios propósitos – para los ciudadanos, para los mercados, para los socios globales", dijo el funcionario.

Una reacción popular contra la austeridad y las reformas en , que amenaza con obligar al país a salir del euro, ha hecho que algunos inversores duden de si el buque insignia del proyecto económico de la UE puede mantenerse unido.

Los líderes de la zona euro en repetidas ocasiones reiteraron su compromiso con la moneda común desde que la crisis de deuda soberana comenzó hace más de dos años, pero muchos inversores se muestran escépticos debido a un conflicto dentro del bloque sobre la respuesta a la crisis. "Los gobiernos de la zona euro debe definir de una manera común e irreversible su visión de la base política y económica que apoya el euro", dijo Draghi.

Un plan para una mayor integración económica tendría como objetivo dejar claro que la zona euro es un proyecto permanente. En última instancia, podría conducir a la emisión de deuda conjunta de los países que comparten el euro -una posibilidad que sería bienvenida por los mercados y muchos gobiernos de la zona euro.

"Es una manera de decir que debemos estudiar y reflexionar sobre las características y el diseño de una unión económica que haría racional la emisión conjunta de deuda", dijo el funcionario.

Pero en lugar de ser un objetivo en sí mismo, los eurobonos serían la consecuencia de una mayor integración económica -un proceso que probablemente tardará muchos años y supone grandes obstáculos políticos, tales como cambios en el Tratado de la UE. Sin embargo, mantener las cosas tal como están no es una opción. "Hemos llegado a los límites de lo que se puede hacer sin una reflexión más profunda sobre el futuro de la Unión Europea", dijo el funcionario.