Los rendimientos de deuda y las acciones han subido en tándem durante el último año, ante el optimismo por los estímulos monetarios y fiscales que se suma a los efectos previstos del programa de vacunación en Estados Unidos, ya que se espera que la economía salga pronto de la crisis inducida por la pandemia de coronavirus. (Foto: EPA/JUSTIN LANE)
Los rendimientos de deuda y las acciones han subido en tándem durante el último año, ante el optimismo por los estímulos monetarios y fiscales que se suma a los efectos previstos del programa de vacunación en Estados Unidos, ya que se espera que la economía salga pronto de la crisis inducida por la pandemia de coronavirus. (Foto: EPA/JUSTIN LANE)

Luego de que el rendimiento del bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años alcanzó su mayor nivel en un año, los inversores se han puesto a calcular cuán alto pueden llegar los retornos antes de amenazar el ‘rally’ de las acciones que ha permitido al S&P 500 ganar un 76% respecto a marzo del 2020.

Los rendimientos de los bonos se hundieron a mínimos récord después de que la Reserva Federal (Fed) de recortó las tasas de interés casi a cero en los primeros días de la pandemia del coronavirus, drenando el capital hacia las bolsas mientras los inversores mencionan el lema “TINA”, la sigla en inglés para indicar que “no hay alternativa”.

Con los rendimientos a 10 años rondando el 1.3%, esa estimación podría cambiar para algunos inversores, aunque hay poco consenso sobre cuál sería el punto de inflexión.

Un rápido aumento en los retornos de los bonos “es algo que ciertamente representa un riesgo significativo”, dijo Padhraic Garvey, jefe de consultoría en América de ING.

“Lo que no queremos ver en el corto plazo es que (el rendimiento del papel a 10 años) alcance 1.40% o 1.50% y que de todas formas continúe subiendo”, afirmó, destacando que ese panorama podría hacer a las acciones menos atractivas frente a los bonos del Tesoro, que son activos más seguros.

Los rendimientos de deuda y las acciones han subido en tándem durante el último año, ante el optimismo por los estímulos monetarios y fiscales que se suma a los efectos previstos del programa de vacunación en Estados Unidos, ya que se espera que la economía salga pronto de la crisis inducida por la pandemia de coronavirus.

Pero las bolsas podrían perder vigor si el retorno del Tesoro a 10 años toca el 2%, de acuerdo a analistas de JPMorgan, que esperan, sin embargo, que la rentabilidad de la nota de referencia estadounidense finalice el año en 1.45%.

“Creemos que posiblemente los rendimientos de los bonos se moverán al alza a partir de ahora y que esa tendencia será bien incorporada por el mercado de acciones”, escribieron los analistas del banco en una nota enviada a clientes esta semana.

dispuso el punto de inflexión para la rentabilidad de la nota a 10 años en 1.7%, en tanto que Nomura indicó que un retorno de 1.5% podría desatar una corrección de mercado que llevaría a una baja de hasta 8% en las acciones en Wall Street.