Tanto para financiar un nuevo emprendimiento, o su expansión, en muchos casos se requerirá acceder a un crédito en el sistema financiero.
Por ello será importante conocer los criterios que tienen las entidades financieras para evaluar a la empresa y decidir si otorgan o no el crédito solicitado.
Al respecto, Diego Campos Scattolon, profesor de posgrado del área de Finanzas de ESAN Graduate School of Business, explica que el principal foco de evaluación de las empresas solicitantes es su flujo de caja proyectado. “Y que su realización sea coherente con el negocio y viable de alcanzar”, subraya.
Explica que son tres los principales indicadores o ratios financieros utilizados para evaluar financieramente a los solicitantes:
1. Ratio de cobertura de servicio de deuda. Es la capacidad de pago que tiene la empresa, utilizando como variable principal su EBITDA. En la fórmula el numerador es el EBITDA (menos los impuestos) y en el denominador es el servicio de la deuda (gastos financieros más la parte corriente de la deuda de mediano plazo).
Si el ratio tiene un nivel menor a 1 la empresa no estaría en capacidad para hacer frente a una deuda de mediano plazo. “Una cobertura de 1.5 o 2 es un ratio holgado para que el banco esté tranquilo y pueda dar el crédito”, indica Campos Scattolon.
2. Ratio de apalancamiento financiero. Este ratio mide la deuda financiera total de la empresa respecto a su EBITDA.
“Este ratio varía tanto según el sector económico como de acuerdo al momento en el cual se encuentra en evaluación la empresa. Por ejemplo, si es un plan de expansión de un negocio en el primer año de desembolso la rentabilidad o retorno todavía no se va a ver, por ende el ratio va a ser elevado”, refiere el especialista.
3. Ratio working capital o ratio de capital de trabajo. Mide el nivel de liquidez de una empresa tras pagar sus cuentas inmediatas. La fórmula es: capital de trabajo= activo corriente - pasivo corriente.
“Hay muchas empresas que según el Estado de Resultados son muy rentables pero que a la hora de pagar los cortos plazos con bancos están pidiendo constantemente renovaciones o prórrogas porque no tienen el flujo correspondiente. Eso es gestión del capital de trabajo y es crítico pues puede llevar a una empresa con rentabilidad a tener un problema de insolvencia”, advierte Diego Campos Scattolon.
El especialista remarca que los créditos pueden ser brindados tanto a nuevas empresas como a las que ya están en actividad.
“Tener un buen historial crediticio ayuda, pero acceder a un crédito dependerá de la evaluación caso por caso, del riesgo natural de cada empresa y del apetito crediticio del banco que evalúa la solicitud”, anota.