Los malos augurios fueron divulgados este miércoles por el Banco Central de Chile. (Foto: Reuters)
Los malos augurios fueron divulgados este miércoles por el Banco Central de Chile. (Foto: Reuters)

Cuando la economía chilena se estaba recuperando de las protestas sociales, registrando 2.7% de crecimiento este mes de febrero, llegó la pandemia del coronavirus para hundir todas las proyecciones futuras y poner al país rumbo a una contracción de entre 1.5% y 2.5% para este año.

Los malos augurios fueron divulgados este miércoles por el Banco Central de Chile, dada la paralización parcial por la que atraviesa el país producto de medidas tomadas por las autoridades para tratar de frenar el avance del y ante la caída económica mundial que está provocando la pandemia.

El Gobierno chileno asumió la contracción económica proyectada por el ente emisor y apuntó a amortiguar los costos sociales y económicos que ese retroceso puede conllevar.

Recuperándose de las protestas contra pronóstico

La actividad económica en había sido golpeada por el estallido social iniciado en octubre del 2019 en forma de protestas contra la desigualdad y en demanda de mejores servicios públicos, con al menos una treintena de muertos y miles de heridos, que hicieron mella en la economía, especialmente en el comercio y en el turismo.

Así, el país cerró el año pasado con un crecimiento anual de 1.1%, su menor dato en una década y lejos del 2.5% pronosticado antes de las manifestaciones, que están actualmente en pausa por la pandemia del nuevo coronavirus.

No obstante, y tras caídas del 3.4% y del 3.3% en octubre y noviembre del año pasado, respectivamente, la actividad económica arrojó resultados positivos en diciembre del 2019 y enero del 2020, cuando el indicador creció 1.1% y 1.5%, respectivamente, contradiciendo todos los pronósticos del mercado.

La expansión de 2.7% este mes de febrero venía a confirmar esa buena tendencia y comenzaba a cerrar las heridas de las protestas.

"El índice de actividad económica de febrero de 2.7% supera con creces la proyección de la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central, en donde se esperaba que fuese de 1.5% para el mismo mes. Nuestra economía ha demostrado ser más resiliente que las proyecciones del mercado", señaló el ministro de Economía, Lucas Palacios, en su cuenta de Twitter.

La estimación oficial de crecimiento del PBI se situaba en torno al 1% para este año y seguía estando lejos del 2.5% pronosticado antes del estallido social, pero la crisis por la Covid-19 le ha dado a vuelta por completo a esta proyección hasta augurar la mencionada contracción.

"Las buenas noticias del índice de actividad económica de febrero ya son historia. Se vienen meses duros. Banco Central proyecta contracción económica entre 2.5% y 1.5% para el 2020, con caída de inversión de 8.2%. Minimicemos el daño para recuperarnos rápido pos crisis", agregó Palacios.

Atenuar costos sociales y económicos de la pandemia

El ministro de Hacienda de Chile, Ignacio Briones, también se refirió en la red social Twitter a los efectos negativos del coronavirus y dijo que “la pandemia ha cambiado las cosas”.

“Estamos en un momento en que la pandemia de la Covid-19 avanza en el mundo, va a generar una recesión en el mundo y nos va a golpear fuertemente a nosotros también. Esperamos un escenario de crecimiento negativo, donde nuestros esfuerzos están en atenuar los costos sociales y económicos para las personas”, expuso Briones.

En este sentido, mencionó el "plan económico de emergencia potente" puesto en marcha por el Ejecutivo que encabeza el presidente Sebastián Piñera.

El pasado 19 de marzo el Gobierno comprometió un plan económico por US$ 11,750 millones para tratar de paliar los efectos negativos de la pandemia en la actividad económica y en las personas.

Dentro de las medidas comprendidas estaba la protección de empleo, inyección de liquidez a las empresas, complemento a los ingresos de las personas más afectadas y la entrega de un bono para el 60% de las familias más vulnerables pertenecientes al Registro Social de Hogares o facilidades para el pago de cuentas de servicios básicos como la luz o Internet.

Asimismo, el ministro aseguró que acciones adicionales podrían efectuarse en caso de ser necesario.