El sector de consumo masivo cerró en rojo por la crisis política, señaló Nielsen. (Foto: USI)
El sector de consumo masivo cerró en rojo por la crisis política, señaló Nielsen. (Foto: USI)

El que meció al país de un lado a otro durante el 2017 no pasó desapercibido para el sector del consumo masivo.

"El retail del cierra el año en rojo", reveló Andrés Vergara, gerente de Nielsen para Perú y Ecuador.

"Al cierre del tercer trimestre de 2017 hubo una caída del 5% en volumen, y del 2% en facturación. Para el cierre del año esta tendencia se va a mantener", señaló el experto a Gestion.pe.

Mientras, en 2018 se espera estabilizar el sector, si es que las proyecciones macroeconómicas son acertadas.

Lo curioso es el motivo. Si bien Perú sufre una desaceleración que provocó un resentimiento económico durante el año, la pronunciada caída del consumo masivo no es consecuente con este freno.

"Hay un enfriamiento de la economía y un crecimiento bastante moderado, pero no correlaciona del todo porque la es mucho más marcada que el agregado de la economía", observó Vergara.

Para Nielsen, los enfrentamientos políticos de PPK durante el año fueron los que acentuaron la desconfianza en el consumidor peruano.

"Venimos de una crisis política prolongada durante todo el año. Creemos que eso es lo que termina de golpear al consumidor en términos de perspectiva", apuntó.

Vergara explicó que el efecto es del total de noticias que recibieron los peruanos en 2017. Es decir, el reciente caso no va a tener mayor efecto en este indicador no porque no sea grave, sino porque la situación ha sido similar durante todo el año.

"En el tercer trimestre, la confianza del consumidor en Perú ha bajado a 94 puntos, 10 menos que en el mismo período de 2016", señaló. Es decir, la confianza del consumidor peruano ha caído 9.6%.

"En el segundo semestre de 2018, si el entorno político lo permite, podría el consumo masivo crecer nuevamente", añadió.

Categorías

Las categorías más afectadas fueron las de alimentos y bebidas, subrayó Vergara.

A pesar de ser categorías de primera necesidad, ambas categorías han caído 5% en términos de volumen.

Y no es que se haya dejado de consumir, pero cambian los hábitos de los usuarios. "Cuando hay momentos de crisis el consumidor entra en modo de ahorro, es más consciente de los precios", explicó.

Si contrastamos este principio con la dura crisis que vivió el país durante la primera mitad del año, fruto del Niño Costero, obtenemos que la caída en el norte asciende al 10%, mientras que en Lima es solo de 4%.

Curiosamente, las categorías más nuevas son las que han soportado mejor este embate. Las excepciones son té listos, limpiadores líquidos, insecticidas, toallas sanitarias y quitamanchas, entre otros.

El ejecutivo recordó que, si bien la desaceleración golpea a todos, al ser estas categorías no maduras, su misma novedad las protege.