A partir del 1 de enero del 2019, se usarán unas nuevas tablas de mortalidad para calcular las pensiones de los jubilados del Sistema Privado de Pensiones (SPP).
Según la norma emitida por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) el pasado fin de semana, las nuevas tablas amplían la esperanza de vida para los afiliados de las AFP que llegan a los 65 años (la edad de jubilación legal).
Así, para los hombres la expectativa de vida subirá de 83.5 a 87.5 años, mientras que para las mujeres aumentará de 87.2 a 90.8 años.
El presidente de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social del Congreso de la República, Justiniano Apaza, adelantó a Gestión que citará a funcionarios de la SBS para que aclaren si esta medida afectará las pensiones de los futuros jubilados de las AFP.
“Consideramos que este tema necesita una explicación. Creemos que las pensiones van a bajar”, sostuvo.
Posiciones
Hace algunos meses, expertos consultados estimaron que estos cambios significarán una reducción de las pensiones otorgadas por las compañías de seguros a través de rentas vitalicias (Gestión 14.12.2017).
“Si solo se considera el efecto edad, las pensiones se reducirían en más de 10%”, reafirmó ayer Enrique Díaz, presidente de la consultora MC&F.
Ello porque al elevarse la esperanza de vida de los jubilados, el mismo fondo de pensiones acumulado tendrá que distribuirse en un mayor número de años.
Sin embargo, el superintendente adjunto de Seguros de la SBS, Carlos Izaguirre, aseguró ayer que las pensiones del SPP no bajarán.
“Las tablas de mortalidad se utilizan para hacer una estimación de cuánto es el pasivo que debe tener la compañía de seguros para pagar justamente todas esas obligaciones (pensiones) en el largo plazo; no se usan para calcular la pensión. Para eso influyen otras variables”, sostuvo.
Destacó que para mitigar la mayor longevidad de los afiliados a las AFP se buscará elevar la tasa de descuento usada por las aseguradoras en el cálculo de las reservas matemáticas (pasivos) para las rentas vitalicias.
Para Díaz, si bien una mayor tasa de descuento podría neutralizar el impacto del aumento de la esperanza de vida sobre las pensiones, ese ajuste no será inmediato.
“Serán dos efectos en pugna. Pero la velocidad de ese ajuste va a depender del mercado y de la masa crítica (de rentas vitalicias), y de qué tan rápido las compañías de seguros quieren adoptar una tasa de descuento más alta”, explicó.
La posibilidad que tienen hoy los afiliados de las AFP de retirar hasta el 95.5% de sus fondos ha hecho que el mercado de rentas vitalicias se reduzca de manera significativa, añadió.