(Foto: USI)
(Foto: USI)

Generaría sobrecostos. A inicios de año -específicamente a fines de enero- el alcalde de Lima, dispuso que los días domingos se restrinja el tránsito de la carga pesada entre la 1 de la tarde y  las 9 de la noche, en el tramo de Chilca y Atocongo, para evitar el tráfico en la Panamericana Sur.

Pero no es la única medida en marcha, ya como parte de su plan de gobierno planteó la restricción del horario de circulación de los camiones de carga para evitar la generación de tráfico. Al respecto, la(Comex) consideró que medidas de este tipo no serían la solución para enfrentar el caótico tránsito, y por el contrario generaría más caos.

Para, prohibir el tránsito de vehículos de transporte de carga en horarios particulares, por ejemplo, —y es lo más común pensar— en horas punta, aumentaría el tránsito de estos mismos durante los horarios fuera de la restricción, y con ello, la congestión vehicular se multiplicaría el resto del día.

Agregó -en su último semanario- que al verse impedidos de ingresar a la ciudad a través de sus principales arterias, los vehículos de transporte de carga congestionarían los límites de la ciudad antes y durante el horario restringido.

Así, de no contar con un área especial habilitada para estacionamiento temporal, que cubra el tamaño del parque de vehículos de carga, la congestión, la inseguridad y el desorden aumentarían en dichas zonas.

Una restricción en el tránsito de vehículos de transporte de carga restringiría también el horario para la prestación de servicios conexos, como el embarque y desembarque en puertos y aeropuertos, de carga y descarga en plantas, de distribución y comercio, entre otros.

Esto reduciría -agregó - los horarios de trabajo, lo que generaría a su vez sobrecostos portuarios y de almacenaje, y los barcos deberán quedar detenidos o los clientes se verán obligados a desembarcar la carga y almacenarla en tierra hasta que el horario permita retirarla.

"En resumen, terminaría afectando el dinamismo de los servicios conexos y, con ello, la competitividad de nuestra industria, nuestro comercio exterior y la economía en general", explicó.

Una restricción para el servicio de transporte de carga -en opinión de - aumentaría el costo promedio del transporte interno e incrementaría también los costos logísticos para las empresas, lo que podría traducirse automáticamente en un aumento de precios generalizado para los consumidores finales.