Alimentación Saludable.
Alimentación Saludable.

Los siguientes pasos que se tomen en el marco de la implementación de la Ley de Alimentación Saludable deben basarse en evidencia local y un buen análisis de impacto regulatorio, y no solo sobre los resultados de la experiencia chilena, sostiene la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú).

Indicó que la Ley de Alimentación Saludable busca prevenir enfermedades vinculadas al sobrepeso mediante políticas de educación, fomento de la actividad física y de supervisión de la publicidad e información de alimentos, sin embargo, estos objetivos han sido desvirtuados por la falta de un riguroso análisis de impacto regulatorio basado en evidencia.

En ese sentido, refirió que hoy se han aprobado las advertencias octogonales en el etiquetado de menos de un 20% de los alimentos que los peruanos consumimos, cuando la discusión hacia adelante debiera ser sobre aquellas políticas que permitan no solo asegurar una alimentación sana, sino promover estilos de vida saludables, a través de una efectiva educación nutricional, y más importante aún, con intervenciones públicas acordes con la realidad del consumidor peruano.

Asimismo, advierte que la regulación vigente sobre alimentación saludable en Perú se basa en el modelo chileno, que, al recoger el sistema de alertas octogonal, también asume como propio el perfil nutricional de la población del vecino país, quienes viven en otro contexto.

Así, mientras que en Chile el consumo de alimentos ultra procesados es de 201 kilos por habitante, en el Perú es 52; y mientras que la incidencia de la obesidad en adultos (mayores a 18 años) y adolescentes (entre 10 y 19 años) en Chile es de 29% y 14%, en nuestro país es de 19% y 6%, respectivamente, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Según la última información de la Organización Panamericana de la Salud, si bien las ventas de dichos productos en Chile y Perú crecieron entre 1999 y 2013, lo hicieron a un ritmo distinto, y en nuestro país se observó una desaceleración entre 2010 y 2013, con una caída en el último año”, anota ComexPerú.

Explicó que ello pone en evidencia la necesidad de políticas que partan de un diagnóstico preciso sobre la base de datos locales, y que con un análisis de impacto regulatorio exigiría ponderar la necesidad y alternativas de intervención, así como sus efectos.

“Así, para dar pasos más efectivos, se requiere contar con un diagnóstico de la situación nutricional y las porciones de ingesta de los niños y adolescentes peruanos”, acotó.

De esta manera, señaló que se podrá determinar las principales fuentes de alimento y el impacto del consumo de alimentos procesados, así como de otros productos no comprendidos en la ley; implementar recomendaciones nutricionales apropiadas; y dar soporte a políticas de salud para enfrentar los problemas referidos al sobrepeso, obesidad, desnutrición y anemia, entre otros.

ComexPerú precisó que, en Chile, aún no existen resultados concluyentes respecto a la ley de alimentación saludable. Algunos estudios señalan una reducción en el consumo de cereales y jugos envasados, pero no en el de chocolates y golosinas.

Otros, aún en curso advierten la reducción de compras de bebidas azucaradas y cereales. Empero, recientes mediciones de Euromonitor indican que el consumo de productos envasados se vio afectado por la restricción en canales de venta, observándose un cambio en la oferta, pero no en la demanda.

“Lo cierto es que el consumo de estos productos en Chile continuó creciendo, y las cifras de obesidad no se redujeron desde la implementación de la norma, aunque cabe señalar esta tiene un horizonte de largo plazo”, indicó el gremio empresarial.

En ese sentido, concluye en que la mejor ruta para cumplir con los objetivos de la Ley de Alimentación Saludable es empoderar al consumidor peruano con información oportuna para sus decisiones. Solo con advertencias negativas no se logrará un cambio conductual ni mucho menos suplirán el rol de la educación, sentencian.