Redacción Gestión

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Los huaicos ocasionados por las lluvias intensas en el país tienen la fuerza suficiente para paralizar algunas centrales hidroeléctricas. Y si eso ocurre a partir del sábado, hay "una alta probabilidad" de que las industrias y el comercio sufran un , advirtió el Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional ().

La explicación es la siguiente: el país operará sin reserva energética, porque se utilizará toda la capacidad instalada para cubrir los 850 Megawatts (MW) de la la más grande e importante del país, que estará paralizada durante cinco días (del sábado al jueves) por trabajos de mantenimiento.

"Eso significa que ante cualquier falla, sea mecánica o humana, no queda otro remedio que cortar el suministro, porque no hay reservas. Pero estamos hablando de una probabilidad de falla; no de una seguridad que pasará eso. Y si falla algo, será temporal y de magnitudes no muy grandes", advirtió su presidente, César Butrón.

Además, informó que la reserva energética a utilizarse es del 20%, por ser época de lluvia (más producción hidroeléctrica) y por la entrada de los dos ciclos combinados de la termoeléctrica de Chilca, comparado con la reserva de 10% que hay en tiempos de estiaje.

¿Apagón industrial?No obstante, las lluvias también pueden ser un problema. Butrón explicó que el lodo y las piedras de los huaicos obstaculiza el desempeño de las centrales hidroeléctricas hasta sacarlas de servicio, pero como éstas son pequeñas (entre 150 y 200 MW) sólo habría un corte eléctrico en las industrias, si ocurre tal situación.

"La probabilidad de que ocurra es alta. Pero afortunadamente no son centrales muy grandes y, por otro lado, no ocurre en las horas de punta, cuando más se necesita la . Por ejemplo, si ocurre en la madrugada o al mediodía, la salida de alguna hidroeléctrica podría pasar desapercibida", argumentó.

Explicó que la norma refiere que, ante un corte de luz programado, los primeros afectados son los clientes que tengan más de 2 MW contratados, es decir, los sectores industrial y comercio, que representan la mitad de la demanda energética del país.

De otro lado, para que ocurra un corte de luz en los hogares tendría que haber un déficit más exagerado, algo que es menos probable que ocurra.

"Una contingencia de 250 MW se puede manejar solamente con los industriales, pero una contingencia de 2000 MW definitivamente afectaría a los clientes domésticos", detalló.