Redacción Gestión

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Hace una semana, tras cuatro de días de intensas reuniones, el Partido Comunista Chino (PCCh) publicó una agenda de nuevas políticas de Estado que marcarán el rumbo de su crecimiento económico en la próxima década.

Según , este suceso se da luego de 35 años de la primera vez que el PCCh decidió adoptar políticas de apertura económica, que llevó al gigante asiático a ser un país influyente en el mundo. En un comunicado, el gremio empresarial peruano resume la nueva agenda china y hace un listado de los cambios decisivos a los debemos prestar atención:

1. Se modifica la política de un solo hijo. En vista de que la controversial regulación introducida en 1979, que limitaba la planificación familiar a "solo un niño", ha contribuido a un claro descenso en la natalidad de China, esta se ha flexibilizado. Ahora, se permitiría a las parejas tener dos hijos en caso uno de los padres sea hijo único.

2. Se reforma el sistema de bienestar. Se relajaría el sistema de registro de familias, más conocido como "sistema hukou", por el cual los inmigrantes abandonan los servicios públicos que les corresponden al trasladarse a las zonas urbanas. Para muchos, su cambio es un paso clave hacia la liberalización del mercado de trabajo, al permitir la libre circulación de mano de obra y el fomento de la urbanización.

3. Mayores derechos para los agricultores. Se le concederá a los agricultores el derecho a poseer, dar uso, transferir y beneficiarse de su tierra; así como el poder usar sus derechos sobre la tierra contratada para uso agrícola como colateral o garantía para acceder a financiamiento. Dado que actualmente toda la tierra en China es propiedad del Estado, y a los agricultores solo se les permite trabajar en su área, muchos afirman que esto favorecería la urbanización y la transición de China hacia una economía impulsada por el consumo.

4. Intensificación en reformas financieras. Se crearía un sistema de seguro de depósitos a principios de 2014, dándose a inversionistas privados calificados luz verde para la creación de bancos, flexibilizando los controles sobre los precios del agua, la electricidad y los recursos naturales; así como renovando la oferta pública inicial de acciones de empresas (IPO, por sus siglas en inglés).

5. Reformas aplicadas a las empresas públicas. Estas tendrían que pagar mayores dividendos al Gobierno, con el 30% de las ganancias del "capital de estado" transferido al seguro social en 2020. Entretanto, se fomentará que las empresas privadas jueguen un papel más importante en la economía. El Gobierno se ha comprometido a abrir las industrias protegidas incluyendo el sector de finanzas y energía a mayor capital privado, ofreciendo a los empresarios oportunidades de capital de las que antes carecían y que los ponía en desventaja respecto de empresas estatales que tenían mayor acceso a oportunidades de inversión y financiamiento.