Redacción Gestión

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Pekín (Reuters).- dio a conocer el económicas y sociales más audaz en casi tres décadas, que considera relajar la política de hijo único y abrir más sus mercados para de la segunda mayor economía del mundo.

Los cambios anunciados ayudaron a disipar las dudas sobre el compromiso del liderazgo chino con las para dar un nuevo impulso a la economía, tras las señales de que han seguido a tres décadas de fuerte expansión.

El documento, divulgado por el Partido Comunista tras cuatro días de cónclave de sus principales líderes, prometió reformas a los registros de tierras y de residencia que se necesitan para aumentar la población urbana china y permitir una transición a una economía impulsada por el consumo y los servicios, como las de los países occidentales.

Los precios de combustibles, electricidad y otros recursos clave que ahora son fuente de grandes distorsiones serán decididos principalmente por los mercados; además Pekín prometió acelerar la apertura de su cuenta de capital y una mayor liberalización financiera.

"Las reformas no tienen precedentes", comentó Xu Hongcai, economista senior del Centro Chino para Intercambios Económicos Internacionales, una consultoría de Pekín muy bien conectada.

"Las reformas en la década de 1990 fueron limitadas a algunas áreas, ahora las reformas son generalizadas", agregó.

El presidente de China y el primer ministro , designados en marzo, anunciaron varios hitos en política social y prometieron unificar los sistemas de seguridad social rural y urbano, además de abolir controvertidos campamentos de trabajo, reportó la agencia oficial de noticias Xinhua, que citó al documento.

Los planes, más ambiciosos y específicos de lo que se pensó inicialmente, también disiparon el temor a que Xi necesitara de más tiempo para hacerse cargo de la vasta burocracia partidista y gubernamental de China.

Los observadores de China consideraron que el establecimiento de un grupo de trabajo para liderar la reforma económica y un nuevo Consejo de Seguridad Estatal son nuevas señales de lo eficaz que ha sido Xi a la hora de consolidar el poder, a sólo ocho meses de asumir su mandato.

"Esta es un paso sin precedentes hacia un poder ilimitado", comentó Zhang Lifan, historiador y comentarista político en Pekín.