Redacción Gestión

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Tomado del Diario Financiero de ChileRIPE (Red Iberoamericana de Prensa Económica)

La infraestructura afecta directamente a la en aquellas economías sustentadas en factores o materias primas, dice el (WEF). Si bien Chile se encuentra en la segunda fase del desarrollo, donde el aumento del PBI se respalda en la eficiencia, la infraestructura pública no ha avanzado al mismo ritmo que el promedio del país.

De hecho, la clasificación que elabora la institución internacional para 2012-2013 ubica a Chile en el número 33 de países a nivel mundial por factor de competitividad, pero cae al puesto 45 si se mide sólo la infraestructura. , por ejemplo, se sitúa en el 38, muy por encima de otros países de la región, como Colombia (93) o Perú (89).

El y aeropuertos se ha incrementado en US$ 26,000 millones en 2012 desde los US$ 6,300 millones que se contabilizaban en el 2000, según la Cámara Chilena de la Construcción. Para 2018 lo más probable es que esta cifra se amplíe hasta los US$ 50,000 millones.

Rodrigo Álvarez, presidente de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (COPSA), explica que el impacto de la escasez de infraestructura depende de la etapa de desarrollo de los países y la matriz productiva de éstos.

"A nivel internacional, ante un 10% de aumento en la inversión en infraestructura, se registra entre el 0.5% y 6% de crecimiento del PBI", afirma. En Chile, por cada 10% que se incrementa la inversión pública, el Producto crece en promedio 1.7% en términos per cápita, con un rango de oscilación del 1.1% a 2.3%, según un informe elaborado por el área de estudios de la CChC.

En los últimos diez años, el Estado ha invertido en promedio el 2.5% del PBI, el mismo porcentaje que se destinó en 2012 y que se compara con el 2.9% del 2003, cuando se observó la mayor proporción del período.

Álvarez además afirma que invertir en esta infraestructura que falta es clave si se quiere acceder al desarrollo y el desafío se encuentra en planificar la necesaria para dentro de cinco años en un país cuya capital posee un parque vehicular de 1.5 millones, un ingreso per cápita de 
US$ 15,000 (aproximadamente) y una población de alrededor de 6 millones.

"En 5 años más todos estos indicadores serán superiores lo que podría resultar en efectos severos si no invertimos fuertemente en esa infraestructura", prevé Álvarez.

Si nos fijamos en el requerimiento de inversión para el periodo 2012-2016, el gremio constructor cuantifica la necesidad en vialidad urbana (incluyendo el transporte público) en US$ 11,721 millones.

Al respecto, fuentes de 
la industria consideran que 
en Santiago existen varios puntos críticos de saturación urbana: el nudo de Quilicura, rotonda Pérez Zujovic, la Costanera Norte, salida La Concepción, el camino a Melipilla, la salida sur de Santiago y la zona entre Kennedy y Manquehue.

Sectores más afectadosEl reto es mayor si cabe para las actividades que requieren más uso de carreteras, aeropuertos u otro tipo de infraestructura pública, ya que la falta de ésta les impactará en mayor medida. Entre estos rubros se encuentran el sector exportador, el importador, la minería y el turismo.

Por ejemplo, el sector agrícola exportador, cuyos envíos al exterior generaron 
US$ 3,891 millones en 2012, requiere de una expedita y buena calidad de rutas para transportar sus productos a los puertos, ya que sus costos se afectan de manera significativa ante la disponibilidad o no de la infraestructura.

Además, la lejanía a los mercados a los que se dirigen con respecto a la distancia de otros competidores hace aún más necesario el desarrollo.

Esta es una manera de acortar los tiempos y mejorar la competitividad, dicen desde la Federación Gremial Nacional de Productores de Fruta (Fedefruta).

El sector forestal se enfrenta a un escenario igual de desventajoso ante los menores costos de otros mercados, en algunos de los cuales (en el hemisferio norte) transportar una tonelada les cuesta la mitad que a las compañías chilenas, detalla Fernando Raga, presidente de la Corporación Chilena de la Madera (Corma).

Este costo asociado al transporte resulta crucial si consideramos que puede constituir el 30% de los costos directos de los productos del bosque y que el rubro también se ve afectado por el tipo de cambio y los altos precios de la energía, sostiene el líder gremial.

Para destrabar los proyectos y asegurar una planificación, la CChC propone la creación de una Agencia Nacional de Infraestructura autónoma de los gobiernos.