El nuevo ministro de Economía de José Ramón Valente, es bastante ambicioso y fijó un objetivo para el crecimiento de la inversión que según los pronósticos del banco central puede ser mera ilusión.

Valente quiere que la inversión aumente un promedio del 6% al 7% durante cuatro años con un objetivo de expansión económica del 4% al 4.5%. El banco central pronostica un crecimiento promedio de la inversión de un 4.3% entre el 2018 y 2020.

El gobierno del presidente Sebastián Piñera, que asumió el mando en marzo, ha apostado su reputación a la reactivación del crecimiento económico después de cuatro años de estancamiento durante el gobierno anterior de la presidenta Michelle Bachelet.

Mientras la administración de Bachelet se centró en la educación, la reforma laboral y aumentar los impuestos, Piñera tiene una agenda pro empresa diseñada para reducir la burocracia, aumentar la productividad y flexibilizar las regulaciones fiscales. Valente está al frente de esa campaña.

"Chile se había convertido en un país bastante burocrático", señaló Valente en una entrevista en Santiago. "Los proyectos podrían demorar hasta ocho años en obtener la aprobación. Vamos a acompañar a los inversionistas en ese proceso para acelerarlo".

Valente recientemente abrió una oficina para ayudar a los inversionistas a guiarlos en los procesos necesarios para obtener permisos de inversión. A más largo plazo, su ministerio creará centros de excelencia para impulsar la innovación y la tecnología y traer nuevos productos al mercado.

Buen comienzo
El crecimiento ha tenido un buen comienzo bajo el nuevo gobierno en tanto la economía se expandió a su ritmo más rápido en cinco años en abril en medio de un repunte del precio del cobre, la principal exportación de Chile. El gobierno ahora está actuando para impulsar la inversión y mantener esa expansión, dijo Valente.

La inversión aumentó un 3.6% en el primer trimestre frente al mismo período del año anterior gracias a un repunte de la construcción y un aumento de la producción minera. Valente quiere que llegue al 25% del producto interno bruto para el término del mandato del presidente Piñera. "Es un objetivo de inversión muy ambicioso", dijo Valente. "Pero es la única forma de hacer creíble nuestro objetivo de crecimiento".

La mezcla de una economía de libre mercado, recursos naturales abundantes y una política comercial abierta han hecho que Chile sea uno de los favoritos entre los inversionistas extranjeros. El país atrajo casi el 15% de toda la inversión extranjera directa de América del Sur entre 2010 y 2016, mientras que solo representa el 4.3% de la población de la región.

Mayores impuestos y la caída de la producción de cobre han afectado esa reputación en los últimos años.

Valente está decidido a volver a hacer de Chile el favorito de la región para los inversionistas y garantizar que el reciente aumento del crecimiento sea más que un repunte cíclico. Es un proyecto a largo plazo que necesita comenzar a funcionar rápidamente si se quiere cumplir con sus objetivos.