El progreso del empoderamiento económico de las mujeres continúa avanzando lentamente mientras que la entre los géneros sigue siendo un problema importante en los países miembros de , según la reciente versión del estudio Índice de mujeres en el ámbito laboral de PwC.

Tras analizar la brecha existente entre los salarios y las tasas de participación en la entre hombres y mujeres, así como el desempleo femenino y jornadas a tiempo completo, el estudio revela que actualmente las mujeres ganan un 16% menos en promedio que sus colegas masculinos a pesar de estar ahora mejor calificadas.

Los países nórdicos como Islandia, Suecia y Noruega ocupan los primeros puestos en el ranking de empoderamiento económico de las mujeres; mientras que naciones como Grecia, México e Italia mantienen todavía tasas de desempleo femenino muy elevadas.

En el último año, Polonia fue el país que tuvo el mayor avance, al pasar de la posición 12 a la 9.

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En los últimos 15 años, Israel ha sido el país que ha logrado la mayor evolución en el ranking (del puesto 26 al 14), mientras que Estados Unidos es el que más ha retrocedido (del puesto 9 al 20).

En lo que se refiere al reto de cerrar la brecha salarial entre los géneros, países como Polonia, Luxemburgo y Bélgica podrían alcanzar esa meta dentro de dos décadas si continúan las tendencias actuales.

Sin embargo, tal como están las cifras, Alemania, Corea y España no lograrán cerrarla en al menos dos siglos; salvo que ello se vuelva una prioridad política en el corto plazo.

En promedio, cerrar la brecha salarial en los países de la OCDE tomaría 95 años, según PwC.

"Las empresas y los gobiernos pueden llevar a cabo acciones conjuntas para mejorar esta situación y crear condiciones laborales más inclusivas que reconozcan el valor del talento de cada persona, independientemente de su género. En los últimos años se han visto algunos avances, pero aún falta mucho por ajustar, más aún en países como el nuestro", indicó Orlando Marchesi, socio principal de PwC Perú.

El estudio también indica que aumentar la tasa de empleos de calidad para las mujeres generaría beneficios económicos significativos a largo plazo para los países.

Por ejemplo, en el caso de las economías que forman parte de la OCDE, llevar a cabo acciones concretas en favor de las mujeres que permitan igualar los niveles de empleo femenino que actualmente tiene Suecia incrementaría el Producto Bruto Interno del organismo en US$6 billones de dólares, mientras que cerrar la brecha salarial de género incrementaría las ganancias de las mujeres en US$ 2 billones de dólares.