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FOTO 1 | Cataluña representaba el 19% del PBI de España en 2016, por lo que competía con Madrid (18.9%) por ser la región más rica del país. (Foto: Reuters )

| Cataluña, cuyos dirigentes abogan por la secesión del reino de España, es uno de los motores de la economía del país, puntera en exportaciones, industria, investigación y turismo, a pesar de una elevada deuda.

El peso de la deuda pública es uno de los puntos débiles de Cataluña, ya que representa un 35.4% de su PBI, con lo se ubicaba como la tercera región más endeudada de España en términos relativos en el segundo trimestre de 2017.

En valor absoluto, Cataluña figura a la cabeza, con una deuda de 76,700 millones de euros a fines de junio.

La deuda catalana, relegada por las agencias calificadoras a la categoría de especulativa, le impide al gobierno regional financiarse directamente en los mercados, por lo que depende de los préstamos del Estado central.

El debate es apasionado entre los simpatizantes y los detractores de la independencia, que suelen fundamentar sus cifras en metodologías e hipótesis diferentes.

Según el ministro de Economía español Luis de Guindos, una Cataluña independiente saldría de la Unión Europea, su PBI caería entre un 25 y un 30% y el desempleo se duplicaría.

Algunos economistas creen por el contrario que el nuevo Estado se mantendría en la UE y calculan que su PIB se mantendría estable a corto plazo y aumentaría un 7% a largo plazo.

El gobierno catalán cree también que la región no sufriría más un "déficit presupuestario", derivado del hecho de que aporta al Estado central más dinero del que recibe.

El ejecutivo catalán cifra ese déficit en alrededor de 16.000 millones de euros (8% del PIB regional), y el gobierno central, con otra metodología, en 10.000 millones (5% del PIB regional).