Redacción Gestión

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La empresa azucarera Casa Grande denunció que su sindicato de trabajadores continúa presionándola, con acciones fuera de la ley como el quemado de 20,000 toneladas de caña valorizada en S/ 2 millones, por mejoras económicas, cuando fue el mismo gremio quien retraso y quebró las negociaciones en marcha.

En un comunicado, lamenta que el Sindicato con sus presiones ante el Congreso, pretenda obtener ventajas fuera de la ley. Por ello, exhorta a la dirigencia a levantar la medida de fuerza y el cese de actos violentos contra sus compañeros de trabajo y la población de Casa Grande, lo que permitirá reanudar conversaciones y buscar una pronta solución al Pliego de Reclamos.

Pese a los actos de hostilidad, el 70% de los trabajadores asiste a laborar, pero un 15% más no puede ingresar ante los actos violentos que se desatan contra los trabajadores, funcionarios, la propiedad privada y población de Casa Grande.

"Lamentamos que en coordinación con algunos dirigentes sindicales, personas ajenas al reclamo laboral estén incentivando la paralización y actos violentos para obtener beneficios políticos y otros", refiere la firma.

Ante lo cual "la empresa ratifica su voluntad de diálogo y de encontrar una solución satisfactoria para ambas partes como ha ocurrido en negociaciones anteriores".

Retraso en negociaciones

Casa Grande detalló, por ejemplo, que la negociación colectiva se retrasó por espacio de cuatro meses debido a problemas sindicales internos. Luego de haberse regularizado su situación legal, se reinició las negociaciones en la etapa de conciliación siendo el propio sindicato, quien posteriormente rompió el trato directo.