Mirtha Trigosomirtha.trigoso@diariogestion.com.peVictor Melgarejovictor.melgarejo@diariogestion.com.pe

Más de 1.2 millones de personas recibe cada fin de semana el conglomerado comercial de Mesa Redonda (delimitado por las calles Inambari, Huallaga, Ayacucho y Paruro), quienes adquieren sus productos para ser comercializados en Lima y fuera de Lima, llegando incluso a países de la región.

"Lo que se vende llega hasta Ecuador y Bolivia", sostiene Roberto Díaz, presidente de la Asociación de Importadores Medianos del Perú (Aimpe).

Los despachos para las provincias y fuera del país se inician desde setiembre a noviembre –precisa el empresario–, con envíos a las tiendas de cada ciudad, pero el escenario es sombrío, según lo explica Roberto Díaz, y estima que las ventas son menores en un 30% en octubre, respecto a la campaña anterior.

¿A qué se debe esta contracción? El representante de los importadores detalla que este escenario se debe a las trabas que se han generado en Digesa, perteneciente al Ministerio de Salud, que otorga la autorización sanitaria, pero que hay trámites que desde mayo aún no salen.

Explicó que con la autorización se procede al rotulado del producto, que en este caso se realiza en China o la India y luego se realiza el despacho.Actualmente, los productos que provienen de China representan el 95% de las compras que se realizan en campaña y la India aporta con el 5% restante.

"La campaña está valorizada en US$ 800 millones, y dejaremos de vender la mitad (US$ 400 millones). Ya estamos contra el tiempo", aseguró el representante.

Alternativas costosasFrente a este problema, algunos importadores están optando por realizar la importación de juguetes sin rotulado, es decir, sin las etiquetas que indican que tienen la autorización sanitaria y las especificaciones técnicas del mismo, con la esperanza de finalizar sus trámites con la mercadería en el Callao y recién proceder al rotulado y comercialización.

"Esto es un costo muy alto para nosotros como importadores, nos obliga a subir de precios, porque tenemos que contratar a un ejército de personas para que hagan el cambio de las etiquetas", explicó.

Cada día adicional en los almacenes tiene un costo de US$ 300 por contenedor. Si bien tienen 10 días libres, el proceso del rotulado les demanda más de 10 días, dijo.

Dependiendo del tamaño de los juguetes, en promedio cada contenedor tiene alrededor de 10,000 unidades, que deben ser etiquetados, antes de ser vendidos a los consumidores. Algunos importadores están optando por desaduanar sus productos en Arica (Chile) y otros en Tacna, donde consideran que obtienen costos de los almacenes más bajos.

Cambios que afectanLos importadores señalaron que conversaron con María Eugenia Nieva, directora de Certificaciones de Digesa, quien les manifestó que hay una serie de cambios en la institución, lo que afectaría en la gestión de permisos.

Roberto Díaz recordó que en el año 2008 se dio un escenario similar, tras la emisión de la norma que regulaba la autorización sanitaria en los juguetes, que complicó la emisión de permisos, pero Digesa lo superó con el apoyo de otras áreas de la misma institución."Este es un trámite que demora 7 días, pero que ahora está significando más de 49 días y muchos de los trámites aún están sin resolver", expresó.

Fechas y atrasosAnte esta situación estiman que si Digesa resuelve el problema los productos podrían llegar en la quincena de diciembre, en un escenario más optimista.Aunque para algunos importadores, que evitaron dar sus nombres por supuestas represalias, la campaña la tienen casi perdida pues los productos llegarían recién en enero.

Durante la semana pasada hicimos las consultas a Digesa, pero hasta el cierre de la edición no obtuvimos respuesta.