(Foto: USI)
(Foto: USI)

No contar con una red de transporte apropiada representa un obstáculo a la hora de poner en práctica una política de desarrollo social eficaz, que alcance índices de crecimiento económico sostenidos y logre objetivos de integración.

Ante lo cual, la Corporación Andina Fomento (CAF) –banco de desarrollo de América Latina– estima que en los países de la región un 25% de las pérdidas por desastres naturales son asumidas por el sector transporte.

Lo que pone de manifiesto que si la planificación, el diseño y la construcción de estas infraestructuras se siguen realizando sin tener en cuenta los factores de vulnerabilidad, amenaza y riesgos, es muy probable que el sector no pueda dar respuesta a los fenómenos adversos que vienen sucediendo y que, previsiblemente, continuarán en el futuro.

"La consecuencia de esto es que la sostenibilidad de la infraestructura y la eficiencia económica de las inversiones se pueden poner en duda", anotó. Agregó, a la fecha la provisión de transporte en América Latina es insuficiente e ineficiente para responder a los retos del desarrollo de la región.

Ante lo cual, planteó un mejor uso de los recursos con los que cuenta el sector. Así, para la CAF existen tres ejes prioritarios sobre los que se puede trabajar:
1. Planificar con una visión más integral todos los modos de transporte, de forma que las sinergias permitan un mayor impacto con una menor inversión.

2. Trabajar en la co-modalidad, es decir, en una mayor eficiencia de los usos del transporte.

3. Aprovechar la capacidad que tiene el sector privado para introducir incentivos de alta intensidad y presiones competitivas, que le permiten ser más eficiente en algunos casos.

"Para poder hacer más con menos, los proyectos deben generar valor agregado en el entorno donde se desarrolle la infraestructura y contar una visión más integral”, opinó la ejecutiva principal de la dirección de Análisis y Programación Sectorial de CAF,  Mónica López.