Inclusión financiera (Foto: iStock)
Inclusión financiera (Foto: iStock)

Las operaciones financieras son una necesidad cotidiana, sobre todo bajo la nueva normalidad producida a raíz de la pandemia. No obstante, muchas personas se encuentran actualmente fuera de este sistema. ¿Cómo concebir esta realidad mientras hablamos de transformación digital y banca del futuro?

Para Brett King, futurista y fundador de Moven, la falta de bancarización es una situación que se vive a nivel mundial. Por ejemplo, en el África subsahariana, el 70% de la población tendría que gastar el salario de un mes para poder movilizarse a las ciudades en las que hay oficinas de bancos.

“Incluir a más personas en los sistemas financieros ya no pasa por abrir oficinas más cerca de las personas sino en crear la tecnología para que puedan realizar sus operaciones financieras desde un dispositivo móvil”, explicó el ejecutivo durante la sesión Banca 4.0: El futuro de los bancos en el escenario post-pandemia, en la CADE Digital.

Para ello es necesario que las personas tengan acceso no solo a un dispositivo sino también a Internet. En esa línea, King anotó que, a la fecha, se vienen desarrollando diversas iniciativas para contar con el servicio de internet satelital a precios muy razonables, con el claro objetivo de lograr la conectividad de los ciudadanos de las zonas rurales y que estos puedan tener acceso a los servicios financieros.

También resaltó que el uso de las billeteras electrónicas en los últimos años creció considerablemente en comparación al canal tradicional.

“Alipay y WeChat Pay (billeteras electrónicas chinas) realizaron transacciones por US$ 52 trillones mientras que Visa y Mastercard juntas, apenas alcanzaron los US$ 24.5 trillones”, precisó.

Brett King, futurista y fundador de Moven. (Foto: CADE Digital)
Brett King, futurista y fundador de Moven. (Foto: CADE Digital)

El uso de las billeteras digitales son una alternativa a los servicios tradicionales bancarios, con las que el usuario no tiene que pisar una agencia bancaria ni siquiera para abrir su cuenta. Alipay, una de las más usadas en todo el mundo y fundada en el 2004, ni siquiera cuenta con oficinas físicas.

Este hecho supone una gran ventaja para los usuarios, ya que ya no deben movilizarse a una agencia bancaria o contar con el plástico de la tarjeta para realizar sus operaciones. Incluso, su uso es más seguro debido a que las incidencias de fraude son mucho menores que los medios de pago tradicionales.

“También hay ventajas considerables para las mismas organizaciones financieras, el costo de adquisición de un cliente para la billetera digital china es de 75 centavos de dólar mientras que para bancos como el JP Morgan Chase este costo es de US$ 350”, remarcó.

Todo este proceso de digitalización se ha visto ciertamente acelerado por la pandemia y lo esperado es que la tendencia se mantenga, según explicó King, “En los últimos 6 años, el uso de efectivo para realizar pagos pasó del 96% a menos del 40%”, observó el ejecutivo.

Añadió que en los próximos años la banca tendrá que adaptarse y cambiar los principios básicos de sus sistemas para seguir creciendo, es necesario que todos los servicios se puedan proporcionar a través del celular.

“Tiene que haber un cambio en la cultura organizacional para que en el futuro se ponga primero la tecnología y luego las finanzas, incorporar talento humano reentrenado en tecnología y ciencia de datos, los bancos cada vez serán más industrias tecnológicas que financieras”, puntualizó.

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