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María Claudia de la Barramdelabarra@diariogestion.com.pe

Tras la dificultad por encontrar a hacerse cargo de los pasivos ambientales y responsabilidades de La Oroya, resulta necesario continuar tratando los minerales en el país para el desarrollo de la industria metalúrgica, sostuvo Carlos Gálvez, gerente financiero de Cía. de Minas Buenaventura.

"Si como consecuencia de la , no hay forma de rescatar la operación de , para el país es fundamental contar con una fundición y refinería compleja similar a lo que tiene la Oroya como una alternativa", dijo.

Reveló que, actualmente, Buenaventura vende sus concentrados –antes tratados en La Oroya– a traders, quienes se encargan de su comercialización y exportarción.

Respecto a las opciones de ubicación de una nueva refinería, Gálvez señaló que el norte o sur chico serían lugares propicios para su construcción. Afirmó que debería ser instalada en la costa por ser un lugar de acopio para la producción minera y por su cercanía al puerto.

"En la costa se tiene el suficiente oxígeno para hacer más eficiente el proceso metalúrgico. Manejar ello en la altura de la sierra, con menos oxígeno, constituye un reto tecnológico complicado", refirió Gálvez.

Asimismo, mencionó la necesidad de construir una nueva fundición y refinería con zonas de amortiguamiento, de modo que no haya población alrededor que se pueda ver afectada, y que se construya con la tecnología de punta disponible.

Congestión en muelleGálvez considera indispensable tomar medidas frente a la congestión que se genera en el transporte de los minerales para la exportación en el Muelle 3 (Callao), el cual formaba parte de lo que hoy es el Muelle 5 (muelle de contenedores), pues "no hay forma de fluir normalmente".

"Lo que le ha quedado a los mineros es un muelle pequeño (Muelle 3), en el cual entran embarcaciones pequeñas, de las que ya se usan poco en el mundo. Los almacenes de concentrados en el Callao están congestionados, por lo que no hay forma de fluir normalmente", sostuvo.

Agregó que, ante la dificultad de la logística, sería viable exportar los metales ya refinados, lo cual reduciría sus volúmenes y permitiría, incluso, exportarlos en contenedores.