Redacción Gestión

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(Bloomberg) Para aquellos que todavía dudan de que Venezuela pueda realizar un por US$ 1,500 millones este viernes, la reciente actividad en una bóveda de oro que se encuentra a más de 8,000 kilómetros de distancia podría entregar una pista importante.

Venezuela envió 35.8 toneladas, o US$ 1,280 millones, del metal precioso a Suiza en enero, según datos de las autoridades aduaneras suizas.

Eso, combinado con un retiro de US$ 472 millones de las reservas de efectivo del país el viernes, está impulsando las apuestas a que Venezuela cumplirá con su compromiso esta semana. Después de eso, nadie sabe qué ocurrirá.

"El oro es convertible, solo que no es líquido. Asumo que lo están vendiendo para volverlo líquido", afirmó el jefe de Estrategias de Renta Fija para Latinoamérica de Nomura Holdings Inc., Siobhan Morden.

El ministro de Comercio de Venezuela, Jesús Faríam, señaló esta semana que el gobierno cumplirá con todas sus obligaciones.

"Todo pago de deudas está garantizado este año, incluyendo el de este viernes y los que corresponden a octubre y noviembre. Tenemos los recursos. No existe ni la más remota posibilidad de que retrasemos lo pagos", aseguró.

El precio de venta de los bonos que vencen este viernes subió a 98.97 centavos frente al dólar desde los 96.98 que registró al final de la semana pasada.

El hecho de que cotice más de un centavo por debajo de la paridad estando tan cerca del vencimiento revela que todavía hay algunos operadores que dudan si se realizará el pago.

La apuestaEdwin Gutiérrez de Aberdeen Asset Management no es uno de ellos. El operador compró el bono el mes pasado cuando se encontraba a 86 centavos frente al dólar y prometía un beneficio de 16% al vencimiento. Se rehusó a especificar el monto de su apuesta.

Venezuela "definitivamente" va a rescatar el bono, dijo Gutiérrez, que ayuda a supervisar US$ 13,000 millones en activos en su calidad de encargado de la deuda soberana de los mercados emergentes en Aberdeen en Londres.

La disminución de las reservas revela "que están tomando el dinero del banco central y dejándolo a un lado para el próximo pago", manifestó.

El retiro de US$ 472 millones es el mayor desde octubre, cuando la empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) tenía dos grandes pagos de bonos por vencer.

Los pagos que vienen más adelante en el año son los que preocupan a los inversores. Venezuela tiene US$ 2,600 millones en intereses que vencen antes de finales del 2016, más un adicional de US$ 5,500 millones en deuda y los intereses que vencen para el productor de petróleo estatal conocido como PDVSA, según los datos recabados por Bloomberg.

La probabilidad de que el país caiga en un default en los próximos 12 meses se mantiene en un 68%, según las permutas de riesgo crediticio, después de que el precio del petróleo se derrumbó, la fuente del 95% de los ingresos de Venezuela por concepto de divisas.

Eso es menos que el 83% que se registró hace dos semanas después de que el petróleo repuntó un poco y el gobierno tomó medidas para aliviar la crisis de liquidez.

"El pago se realizará el viernes, pero luego tendrán seis meses de endeudamiento con Pedro para pagar a Pablo. Realmente se están esforzando, pero los problemas reales de los desequilibrios económicos no han sido abordados. Creo que este será el año en el que se tocará la última tonada", indicó el director de Inversiones de RVX Asset Management en Aventura, Florida, Ray Zucaro.