EFE.- El Gobierno boliviano firmará este lunes un contrato con la empresa china Sinohydro para la construcción de una represa que es parte de un proyecto hidroeléctrico en la región central de Cochabamba, anunció hoy una fuente oficial.

El contrato, por US$ 172 millones, se suscribirá en un acto en la Gobernación de Cochabamba al que asistirá el presidente , precisó el ministro de Energías, Rafael Alarcón, en una entrevista con el canal estatal.

Además, se firmarán otros dos contratos, uno con la estatal ENDE Transmisión para la instalación de la subestación eléctrica y la línea de transmisión para la interconexión del proyecto y otro con un consorcio local para la supervisión de obras.

En total, se firmarán contratos por US$ 196 millones dentro del Componente Uno del Proyecto Hidroeléctrico Ivirizu.

Según el ministro, el contrato para el segundo componente, que comprende los túneles y vías de acceso, se firmará en octubre próximo y la tercera fase, que incluye el equipamiento mecánico y la casa de máquinas, está en proceso de licitación.

Todo el proyecto demandará una inversión total de US$ 549 millones que se financiarán mediante un préstamo del Banco Central de Bolivia (BCB), agregó Alarcón.

El Ejecutivo boliviano proyecta una generación cercana a los 280 megavatios con el proyecto Ivirizu.

El ministro indicó que la demanda interna de energía eléctrica es de 1.500 megavatios y que se logró superar los 2.000 megavatios de oferta después de que esta semana entrara en funcionamiento la Central Hidroeléctrica Misicuni, situada también en Cochabamba.

Esta tiene una potencia de generación de 120 megavatios y se construyó con una inversión de US$ 142 millones, financiados en parte por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Alarcón ratificó los planes gubernamentales para que el país pueda exportar sus excedentes de electricidad a los países vecinos, aunque reconoció que hacen falta líneas de interconexión para ello.

Destacó los avances en la construcción de la línea "Juana Azurduy de Padilla", que se prevé esté lista en agosto de 2018 y que permitirá enviar a Argentina energía generada en Bolivia.