Redacción Gestión

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Russ KoesterichEstratega Principal de Inversiones Globales para iShares de BlackRock

La semana pasada finalizó con una nota negativa: un volumen de empleos más débil de lo esperado. Sin embargo, las acciones revirtieron su tendencia y repuntaron para el cierre del viernes.

En general las acciones se mantuvieron sin cambios durante la semana reducida: el índice Dow Jones Industrial Average subió un 0.23% para cerrar la semana en 17,137, el índice S&P 500 aumentó un 0,20% para cerrar en 2,007 y el índice Nasdaq Composite ascendió un 0.04% para cerrar en 4,582.

Mientras tanto, el rendimiento de las letras del Tesoro a 10 años incrementó de un 2.34% a un 2.46%, con el consecuente descenso del precio. Es importante destacar que un informe de nómina débil para el mes de agosto no es indicativo de una desaceleración de la economía estadounidense.

De hecho, si bien la economía estadounidense sigue enfrentando diversos problemas estructurales, la mayoría de los factores cíclicos sugieren que la economía debería ir estabilizándose hasta adoptar niveles relativamente sólidos hacia fin de año.

Esto, a su vez, sugiere que podrían aumentar las tasas de interés a corto plazo, podría fortalecerse el y podrían caer los precios de los productos básicos.

Pero otras publicaciones muestran un panorama más prometedor. En agosto, la economía estadounidense creó 142,000 nuevos empleos netos, una cifra muy por debajo de lo que los economistas y analistas esperaban, y la más baja de este año.

Sin embargo, creemos que el modesto informe fue, principalmente, un reflejo del debilitamiento estacional y es probable que se revise al alza. El promedio de las ganancias mensuales de nóminas del sector no agrícola está por encima de la barrera de 200,000, lo que coincide con una expansión económica aceptable, aun cuando persisten los obstáculos estructurales.

De hecho, fuera del informe laboral, otras publicaciones económicas mostraron un panorama invariablemente positivo. Un indicador económico importante, la encuesta del sector industrial del Instituto de Gestión de Suministros (Institute for Supply Management, ISM), mostró que los nuevos pedidos alcanzaron su nivel más alto desde el 2004, mientras que el componente de servicios de esa encuesta tuvo su mejor desempeño en nueve años.

Además, el sector automotor, que se ve beneficiado por continuas tasas de interés bajas, registró un aumento en las ventas hasta alcanzar los 17.45 millones anualizados, el nivel más alto desde comienzos del 2006.

Aumentan el dólar y las tasas, pero bajan los productos básicosEl alza cíclica en la economía tiene, y probablemente siga teniendo, un impacto en las diversas clases de activos.

Primero, el panorama económico coincide con nuestra visión de que las tasas de interés a plazos más cortos son más vulnerables a los aumentos de tasas. Las tasas a largo plazo han permanecido relativamente estables (a pesar de que aumentaron un 0.10% la semana pasada).

Esta ausencia de volatilidad en las letras del Tesoro a más largo plazo se debe, en cierta medida, a la caída en los rendimientos en Europa y en gran parte del mundo desarrollado fuera de los EE.UU.

Los motivos son los siguientes: a pesar de que los rendimientos de las letras del Tesoro son bajos, siguen pareciendo atractivos frente a tasas aún más bajas en Europa y Japón, lo que aumenta la demanda de las letras del Tesoro de los EE.UU. y baja los rendimientos.

Mientras tanto, las tasas a corto plazo han estado aumentando de manera constante y gradual. Aunque aún están un poco por debajo de los altos niveles de julio, los rendimientos a dos años se encuentran casi un 0.25% por encima de los bajos niveles del otoño pasado.

Seguimos pensando que los inversionistas deberían tener cautela respecto de las letras del Tesoro con vencimientos de entre dos y cinco años. Segundo, se ha fortalecido el dólar y es probable que continúe haciéndolo.

La semana pasada, el dólar repuntó y alcanzó su nivel más elevado en 14 meses frente al euro y en 9 meses frente al yen. En general, un indicador amplio del dólar ha subido más del 5% respecto de los bajos niveles de junio.

La solidez del dólar no es solo el resultado de una economía estadounidense en crecimiento, sino que también refleja debilidad en otras regiones. Por ejemplo, siguen siendo desalentadores los datos económicos europeos, lo que ha obligado al Banco Central Europeo a bajar aún más las tasas de interés y a iniciar un nuevo programa para comprar títulos respaldados por activos, un programa apodado "Flexibilización cuantitativa privada".

El efecto, tal como se esperaba, fue la depreciación del euro frente a otras monedas, especialmente el dólar.

Finalmente, la recuperación del dólar también reduce la cotización de los productos básicos en todas las categorías. El índice S&P GSCI Total Return para los productos de consumo básico ha bajado casi un 3% en lo que va del año, con pérdidas mayores en el petróleo crudo de Brent, el gas natural y casi todos los compuestos agrícolas.

Incluso el oro, que se ha beneficiado este año de la caída de las tasas de interés reales, ha perdido cerca del 5% respecto de su alto nivel de julio, incluido otro 1,5% la semana pasada.

En la medida en que continúe el aumento el dólar, especialmente si comienzan a revertirse y a subir las tasas reales, los inversionistas deberían esperar que los bienes de consumo básico permanezcan bajo presión.